En el pueblo cordobés de Carrilobo, sus habitantes tienen hoy la posibilidad de tener internet mediante fibra óptica al hogar. Esta opción de conectividad, que se presenta bajo diversas ofertas en la mayoría de las grandes ciudades, se vuelve un privilegio en zonas donde la brecha de cobertura es mayor.
“Nadie haría en un pueblo de 2300 habitantes semejante inversión para darle fibra al hogar a 700 usuarios cuando en una ciudad una multinacional cubre ese número en unas cuadras”, señala Alberto Bruera, actual presidente de la Cooperativa de Electricidad de Carrilobo (Codielac)
Esta cooperativa, que brinda múltiples prestaciones en Carrilobo, culminó recientemente una obra de conectividad que despliegta fibra óptica al hogar en todo el pueblo. La decisión de concretarla se tomó en octubre del año pasado y en menos de cuatro meses se pudo realizar. Según explica Bruera, la inversión total del tendido central fue de 12 millones de pesos y se realizó el 80 por ciento con fondos de la entidad y el resto con financiamiento proveniente del Instituto para Financiamiento de las Cooperativas de Servicios Públicos (IFICOSEP), una entidad de crédito integrada por cooperativas de servicios públicos.
En un primer momento la cooperativa consideró realizar el despliegue en dos etapas, cubriendo primero la mitad del pueblo, pero “resolvimos hacer un esfuerzo mayor y llegar con el servicio a todo Carrilobo en una sola etapa”.
“Pensamos en la necesidad de tener buena conectividad", dijo Bruera. "Carrilobo es un pueblo que está en una zona productiva muy pujante, donde hay muchas empresas que siguen apostando a la región. Por otro lado, también pensamos en que menos chicos hoy pueden ir a estudiar a la ciudad y la posibilidad de que lo hagan desde sus hogares o desde el aula virtual de la cooperativa debía considerarse”, describió el presidente de Codielac.
Según estiman, durante el próximo año todos los usuarios y usuarias del actual servicio de internet de la cooperativa estarán migrados a la nueva red.
La integración como punto inicial
En Carrilobo como en tantos otros pueblos de menos de 3.000 habitantes que hoy tienen conectividad de calidad, las inversiones se concretan porque el capital cooperativo impulsa el despliegue de las redes en zonas económicamente no redituables.
“Ya sea en sus orígenes con el sistema eléctrico y hoy con las comunicaciones, si no estuvieran las cooperativas sería inviable la existencia de servicios como internet de calidad. Nadie haría semejante inversión para darle fibra al hogar a 700 usuarios”, describe Alberto Bruera, que también es miembro del consejo de administración de COLSECOR.
El dirigente cooperativista también destacó el rol clave que tiene la integración entre las cooperativas. “Hace más de 10 años, nos empezamos a juntar con las cooperativas ubicadas sobre la ruta 158 y con el acompañamiento de COLSECOR logramos hacer posible las interconexiones que hoy nos permiten dar un servicio de internet confiable”.
Diálogo institucional
Bruera destacó que en comunidades pequeñas como Carrilobo donde “somos pocos y mayormente tenemos que resolvernos nosotros los problemas”, el diálogo con los estados locales debería tener mayor asiduidad.
“Yo creo que pasa por sentarse un poco más con los gobiernos municipales. Las realidades de nuestros pueblos son parecidas en muchos casos, pero en otros no tanto. Creo que todos de alguna manera buscamos la calidad de vida de nuestros pueblos. Estamos convencidos que en pueblos como el nuestro deberíamos sentarnos una vez al mes todas las instituciones en una mesa única".
