Santa Fe

Aguará Grande: de "señales de humo" a la conectividad 4G

La falta de comunicación y todas las complicaciones derivadas de esa situación fueron el motor para la creación de una cooperativa de servicios públicos liderada por mujeres con el aval de productores y productoras de la zona.

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Redacción CN Redacción CN 18-04-2022

Con el auge de las comunicaciones las distancias parecen cada vez más cortas. La frase, trillada, aplica para aquellas zonas geográficas donde esa comunicación es realmente posible. En una localidad rural de 130 mil hectáreas, con escasa o nula conectividad, la afirmación se puede convertir en una expresión de deseo.

Una necesidad compartida, más el deseo y la voluntad de resolverla, fueron los motores de una "movida" que derivó en la creación de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos Aguará Grande, en el centro-norte santafesino.

Aguará Grande "es un pueblo rural en una zona muy productiva", describe Mariela Schiavi, presidenta de la flamante cooperativa, en diálogo con El Litoral. "Ubicado en el centro-norte santafesino, tiene unos 500 habitantes distribuidos entre el campo y el pequeño centro urbano, en el departamento de San Cristóbal”.  

El diálogo con Schiavi es telefónico: ella desde la localidad de Ataliva y El Litoral desde Rosario. Pero la entrevistada podría estar también en Aguará Grande y la comunicación habría sido fluida y sin interrupciones. Ahora, antes no.

Schiavi cuenta que la falta de comunicación en la pandemia fue lo que la movilizó para impulsar la creación de la cooperativa.

“Mis padres seguían viajando hacia el norte. Siempre teníamos poca comunicación, pero cuando llegó la fase de aislamiento en que se iban y tal vez no podían regresar por varios días, era preocupante no poder comunicarnos. Tenía que llamar a un teléfono fijo del pueblo, preguntar si habían llegado, si habían pasado por el campo. En fin, era como enviar señales de humo. Lo mismo ocurría cuando yo me iba a trabajar al campo y no me podía comunicar con mi familia”.

Allí fue cuando Schiavi decidió contactar con la secretaria de la comuna de Ataliva, Janise Collera, hoy prosecretaria de la cooperativa, a quien le ocurría lo mismo: "Cero comunicaciones, cero caminos". Conversaron por teléfono y resolvieron "hacer algo".

Mariela Schiavi

Así confirmaron que la misma necesidad era compartida por productores de la zona con quienes se formó un grupo de whatsapp llamado Comunidad Aguará.

La inquietud llegó a la comuna que en ese momento tenía orientación radical, trascendió a la gestión actual que tiene raíz peronista, comprometió al Ministerio de la Producción a través del área de Economía Social e involucró a quienes se quisieron sumar. Que fueron todos.

Ahora Aguará cuenta con una antena 4G que permite al 40 % de los productores que viven en unos 10 kilómetros a la redonda comunicarse a la perfección. Y una extensión acerca a quienes están más alejados de ese radio.

Es apenas un primer objetivo cumplido. "En los últimos días nos entregaron la matrícula provincial para que empecemos a funcionar como tal y seguir haciendo cosas", avisa Schiavi.

- ¿Qué cosas?

 - El estatuto es amplio; necesitábamos comunicación, pero también hacen falta caminos, viviendas y desarrollar la zona. Se necesita ripio o alguna ruta que llegue al pueblo y, después, tenemos trazados tres caminos laterales para llegar en buenas condiciones a las escuelas que están ubicadas a varios kilómetros.

Además, una de las cuestiones que nos planteamos como productores es trabajar con energías renovables y economía circular porque Aguará es un lugar de 130 mil hectáreas con una flora y fauna casi totalmente autóctonas.

- ¿Qué cambió desde la creación de la cooperativa?

- Primero, la comunicación. En mi caso, estoy a 5 km. de la antena, pero nos enteramos de lo que pasa más lejos también. Si llovió, si hubo un robo en alguno de los campos. También se está trabajando en el tema salud, que lo va a abordar la comuna.

- Si estos desarrollos se logran, impactarán sobre las nuevas generaciones para que elijan vivir allí o se queden en su lugar de origen.

- Durante la pandemia, por la falta de conectividad, hubo familias separadas porque los hijos se quedaban a cursar de manera virtual en el pueblo, mientras los padres trabajaban en el campo. Además, había problemas para conseguir personal porque no tenían cómo comunicarse con los suyos. Imaginate, si nosotros no queríamos quedarnos más de un día, para quienes trabajan en el área rural toda la semana era más complicado. No podés llegar a una zona donde no hay whatsapp, redes sociales, comunicación telefónica.

Además, hay mucho interés de las escuelas: chicos de la primaria y la secundaria querían saber qué se había hecho en la cooperativa, por lo que queremos impulsar cursos y capacitaciones para docentes y personal directivo. Y seguro que con el desarrollo vendrán nuevas necesidades.

 Tres desafíos

"Se establecieron tres pies sobre los que tenemos que empezar a andar", describe la presidenta de la cooperativa Aguará Grande. "Educar a los jóvenes, y en Aguará Grande están muy motivados tanto alumnos como docentes; trabajar en energías renovables, que es un tema que ya tenemos incorporado en el estatuto, y que nos agrupemos con otras cooperativas, y para eso ya estamos en contacto con la Cooperativa Guillermo Lehmann para que nos apoyen en el desarrollo de la región".

¿Qué participación tienen las mujeres en estas formas de asociación?

De 490 cooperativas relevadas en 2020, el 53 % tiene mujeres en sus consejos de administración y aquí se destacan, en mayor proporción, las cooperativas de trabajo. En contraposición, es en las cooperativas agropecuarias donde esa presencia "se torna más tenue y, probablemente, se deba a prácticas históricamente arraigadas en el ámbito rural. No obstante, existe una creciente preocupación por modificar este tipo de asimetrías".

Por el lado de las mutuales, de las 480 relevadas, el 46 % tiene mujeres en sus consejos de administración.

Fuente: El Litoral

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