Para reutilizar lo que otras personas descartan, "separar" es la clave. Separar en nuestra casa, en el origen, para que más residuos puedan formar parte de procesos de reciclado y reutilización. Si no damos este paso central, todo seguirá siendo basura que engrosa los enterramientos sanitarios, o va a parar a los ríos y mares provocando la muerte de animales que terminan comiendo plástico o enredados en trampas mortales.
Todo forma parte de un cambio cultural y económico enorme que implica modificar hábitos de consumo, pero fundamentalmente generar nuevos modos de produccción que permitan concebir productos de origen sustentable e insertos en circuitos de reutilización para reducir la huella de carbono.
Mientras todo esto empieza a suceder en cuotas muy pequeñas, otras partes del engranaje de la llamada economía circular comienzan a ponerse en marcha. En Río Ceballos, una ciudad que forma parte de corredor de Sierras Chicas en Córdoba, la cooperativa que brinda el servicio de agua potable se pone la camiseta verde y asume el compromiso de cuidar nuestro planeta.
"La cooperativa hace mucho que trabaja con el tema ambiente en la parte que nos toca, vinculada con el río y el Dique La Quebrada. La recolección de residuos para reciclaje siempre lo habíamos hecho a través de jornadas puntuales, sobre todo en lo que es la cuenca y el dique, fuimos trabajando en eso haciendo dos jornadas de limpieza al año", explica Miguel Martinessi, gerente de la cooperativa cordobesa.
En esas jornadas anuales de limpieza en los cauces de agua fue germinando la idea avanzar un poco más, dice Martinessi, y así surgieron los Puntos Verdes, espacios de recolección diferenciada de materiales reciclables. "Lo del reciclado lo empezamos a ver como algo más viable viendo la experiencia de otras cooperativas que lo estaban llevando adelante y ahí se nos ocurrió contactar y dar apoyo a una cooperativa de trabajo que ya estaba trabajando con reciclado". Mediante un convenio con el municipio local, la cooperativa de agua generó puntos de recolección diferenciada en los barrios de la ciudad.
Todo lo que se deposita en los puntos verdes se lleva luego a la planta de reciclado donde la Cooperativa de Trabajo Río Ceballos realiza la separación final en el Centro Verde.
En septiembre, el Centro Verde recicló 5.000 kilos de envases de vidrio que volvieron al circuito para ser reutilizados por diferentes empresas. En tanto que, durante agosto, se acopiaron 4.000 kilos de cartón y 3.000 de plásticos. La suma de todo lo reciclado volverá a la industria como materia prima alimentando la rueda de la economía circular.
A través de estas acciones "hacemos tangible el paradigma de la economía circular que alienta un flujo constante, una solución virtuosa, en la que los residuos puedan ser utilizados como recursos para reingresar al sistema productivo", señalan desde la cooperativa.
