Los agricultores, panaderos y la industria de la harina celebran hoy su día con acciones para llamar la atención sobre la importancia y la diversidad de los productos de harina. Si bien el día mundial de la harina es un festejo reciente, de apenas 3 años, su importancia y valor de comercialización actual nos obligan a reflexionar sobre las consecuencias de la concentración de los mercados, el contexto internacional, la inflación y las especulaciones que tiene como correlato el aumento desmedido de los granos y sus derivados.
Desde Fecofe - la integración de cooperativas agroalimentarias- , a propósito de esta celebración mundial, señalan que “un mercado interno frágil y concentrado facilita los aumentos de precios, la desmedida influencia del contexto internacional en los valores de comercialización de la harina de trigo y sus alimentos derivados y, asimismo, fomenta las especulaciones en cuanto al abastecimiento”.
Desde la entidad que preside Juan Manuel Rossi hacen un llamamiento a todos los sectores que intervienen en la cadena productiva y de regulación para “fortalecer un modelo de producción de alimentos sustentable, que incluya la agroecología e impulse políticas antimonopólicas. El acceso a la harina y al pan no puede ser un privilegio, sino un derecho”
¿Por qué el 20 de marzo es el Día mundial de la harina?
El día cae en medio del solsticio, que varía entre el 19 y el 21 de marzo. En el hemisferio norte, marca el comienzo de la primavera y el momento de la siembra; en el hemisferio sur representa el otoño y la cosecha.
Para los agricultores y las industrias de procesamiento de harina, esta fecha es un momento especial de esperanza y gratitud.
