El contenedor con la letra G recibe materiales tecnológicos en desuso, la R envases de tetrabrik, la A papeles y así hasta formar la palabra GRACIAS y completar los siete recipientes donde la gente de Villa del Rosario puede llevar sus residuos separados en origen.
La iniciativa nació hace dos años, con el proyecto de crear “Puntos Verdes” para recolectar pilas, materiales electrónicos e intercambiarlos árboles autóctonos. A esta idea se plegaron la Municipalidad, la Universidad de Villa María y otras instituciones. Después la cooperativa siguió con la separación de residuos en su sede y dependencias hasta lograr extender el proyecto este año a toda la comunidad.
“Desde hace un tiempo en toda la cooperativa hay tachos de diversos colores para que el personal ya separe”, señaló el gerente de Coovilros, Ariel Rivata. “Nosotros en función de la experiencia podemos decir que si no hay compromiso del personal y de la dirigencia, es difícil llevar esto adelante. Y hay que sostenerlo en el tiempo también”.
La principal motivación es el cuidado del medioambiente y la preservación de los recursos naturales, apuntan desde la cooperativa para explicar estas acciones.
El proyecto de recolección diferenciada
En una etapa inicial, se colocaron los contenedores en un predio de la cooperativa, donde la gente puede acceder a colocar sus residuos clasificados, para luego proceder a su reciclado. La idea es colocar más colectores y que otras instituciones se sumen.
Pero no todo finaliza en la recolección sino que la cooperativa compactará los diferentes residuos. “Hemos realizado un acuerdo con una empresa de la ciudad de Arroyito para vender todo el material enfardado y clasificado”, explicó el gerente. El proyecto también generó un nuevo puesto de trabajo ya que una persona será la encargada de terminar de separar los residuos y operar la prensa para compactarlos.
“El objetivo es impulsar el desarrollo de una cooperativa de trabajo que asuma esta tarea, que la clasificación se pueda hacer en Villa del Rosario y generar un emprendimiento. En la localidad hay mucha gente que vive de recuperar residuos, a partir de la separación, y la idea es que esto se haga colectivamente y de manera organizada”, explicó Rivata.
Frente a este nuevo desafío, la cooperativa busca que los habitantes de Villa del Rosario, Capilla del Carmen y Rincón, donde la cooperativa llega con sus servicios, extiendan la propuesta y contagien a otras localidades a fomentar el cuidado de nuestro planeta.
“Sin duda la educación y concientización respecto a los residuos y su adecuada manipulación resultan fundamentales para que este programa funcione”, expresaron desde Coovilros. “La idea es generar campañas y educar a través de las escuelas”.
Con respecto a la participación del municipio, Rivata señaló que se trabaja en conjunto ya que es en beneficio de la comunidad.
La inversión más importante de este proyecto es “el cuidado del medioambiente”, señalaron. Los demás es el aporte para remediar el planeta.
