Córdoba

El pasado de Miramar resguardado en el museo cooperativo

La iniciativa de la Cooperativa de Servicios Públicos de Miramar invita a explorar la historia de la única población asentada en la ribera del Mar de Ansenuza. Este sitio natural fue el último en sumarse a la lista de Parque Nacionales.

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Redacción CN Redacción CN 11-05-2021

Miramar es una ciudad del noreste cordobés emplazada sobre la costa de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, el lago salado más grande de América del Sur. Este sitio natural, además de albergar una biodiversidad única, también tiene marcas históricas, como la gran inundación de año 77 producto del avance de la laguna sobre la costa, que dejó un saldo de 37 manzanas bajo el agua y marcó para siempre la vida social y económica del pueblo.

Miramar alberga también historias tejidas con los inmigrantes croatas y alemanes que llegaron a la región y conserva como parte de esas leyendas de finales de la Segunda Guerra Mundial, las ruinas del misterioso y lujosos Gran Hotel Viena (1945).

Parte de esa historia está hoy resguardada en el museo Dante Marchetti, que pertenece a la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos de Miramar.  El  dato de la existencia del museo lo rescata en una nota Face Córdoba, donde el presidente de la cooperativa, Daniel Vagni, y la directora del museo Mariana Zapata, reseñan los orígenes y la importancia del lugar que contiene videos, fotografías que narran los eventos que moldearon el presente de Miramar.

Foto archivo: Había una vez (Facebook)  Marina Zapata

“El exintendente de Miramar, Daniel Cerutti, tenía una recopilación importante de imágenes fotográficas en sus años al frente del municipio. A fines de la década del 90, se conoce que esta colección se iba a vender, entonces el consejo de administración decide adquirir esas 250 imágenes originales que integraban la muestra de Cerutti. Ya teniendo ese material en mano, comenzó a palparse la idea del museo”, recuerda Daniel Vagni.

Mariana Zapata recuerda que la decisión de adquirir la colección privada no estuvo exenta de algunas controversias que llegaron a su fin una vez que la muestra estuvo en pie. “Considero que se realizó un rescate histórico. Es raro que la cultura genere rédito económico, lo que hizo la cooperativa fue rescatar el patrimonio histórico que significa cada una de esas fotos”, precisó. “Por suerte, en ese momento el consejo de administración de la cooperativa priorizó conservar nuestra historia”. Zapata que hoy está a cargo del museo de la cooperativa señala que la propuesta “realmente funcionó porque en esa época era innovador en la región, las piezas que lo conforman son imágenes inéditas y, además, contaba lo que había sucedido en las dos inundaciones”.

Foto archivo: Había una vez (Facebook)  

Con los años, el museo se afianzó y forma parte hoy de la propuesta turística de la localidad que en estos días tomó trascendencia nacional al declararse la región Parque Nacional.

“Previo a la pandemia nos visitaron más de 15.000 estudiantes. No sólo vinieron al museo fotográfico sino a recorrer todo el circuito turístico que incluye el viejo hotel Viena, un criadero de nutrias y el Museo Aníbal Montes de ciencias naturales. Allí hay una valiosa colección arqueológica y paleontológica de la región, ambos espacios interactúan y se complementan ya que el recorrido que relata un museo concluye con la desaparición de los sanavirones y  en ese punto comienza el trayecto del museo fotográfico, con los primeros colonos que se instalaron en la zona aledaña a la laguna”, cuenta el presidente de la cooperativa.

Marina Zapata subraya el significado trascendente de la exposición: “Yo creo que el museo fue parte del crecimiento turístico de Miramar” porque cambió la visión del visitante a partir de brindar información.  “Lo que el turista en un comienzo vio como una casa inundada de mal aspecto, luego lo asimiló como parte de la historia del habitante de la localidad, que a pesar de la adversidad aún está de pie. El turista cuando llega ve la torre,  el hotel abandonado, las calles que se pierden en la laguna empieza a preguntarse por lo que pasó, cómo y por qué. Todas esas preguntas las respondemos en el museo”.

Sobre el flamante parque nacional de Ansenuza

La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce conforman un enorme humedal de alrededor de un millón de hectáreas, que es considerado un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global.

A principios de mayo de este año, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, anunció la creación del nuevo parque nacional desde la porpia localidad de Miramar de Ansenuza.

El proyecto para conformar el parque nacional comenzó en 2017 en la Región de Ansenuza, donde se vienen desarrollando distintas actividades junto con las localidades que rodean este gran lago salado para estimular el turismo sustentable.

Una de las actividades de turismo sustentable que se destacan en la zona es el avistamiento de aves debido a que allí se concentran 380 especies donde resaltan las bandadas de flamencos.

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