Muchas veces, algo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Muchas veces, pequeñas acciones pueden ayudar a salvar vidas. Hoy la tecnología permite avanzar en nuevos diseños y funcionalidades que dotan de mayor autonomía a dispositivos, en cierto modo esenciales, dada la finalidad que tienen. Hoy, la posibilidad de contar con un desfibrilador automático en un espacio abierto y de alta concurrencia puede hacer la diferencia.
Desde esta semana, la sede central de la cooperativa de servicios públicos Corpico es más segura, ya que la entidad instaló un desfibrilador externo automático (DEA) para transformar el hall de ingreso del edificio en un espacio cardioprotegido.
Previamente, unos 40 trabajadores y trabajadoras realizaron la capacitación en reanimación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación.
El DEA es un dispositivo de prevención que sirve para abordar de manera inmediata a una víctima de paro cardiorespiratorio, permitiendo el restableciendo el ritmo cardíaco. Disponer esta tecnología en espacios concurridos es hacer de ese lugar un espacio protegido.
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