Compartimos la alegría de celebrar un nuevo aniversario de nuestra integración cooperativa con la convicción de que el futuro nos compromete a profundizar los caminos de innovación colectiva y de proyección federal que ya transitamos como protagonistas de la economía social.
Próxima a cumplir tres décadas, nuestra organización se caracteriza desde su inicio por funcionar como un motor creativo e inspirador, que genera respuestas ante la necesidades y proyectos frente a las oportunidades.
Las cooperativas asociadas han desarrollado un modo virtuoso de aprender sobre el devenir de nuestras comunidades que se basa en saber escuchar y mirar. Ese capital social nace y crece a partir de una voluntad inquebrantable por analizar y comprender cómo mejorar la convivencia.
En esta época de velocidad vibrante en los cambios, la realidad nos exige capacidad de adaptación y transformación para seguir honrando nuestro compromiso con el modelo asociativo y su contribución al bien común.
Por eso creemos en elevar la mirada más allá de nuestras actividades actuales y -basándonos en la investigación situada- explorar nuevos horizontes culturales y tecnológicos para ponerlos al servicio de esa mayoría postergada que no siempre encuentra respuestas de la política o del mercado.
Los valores territoriales y solidarios que orientan a COLSECOR desde siempre -comenzando por nuestra vocación incansable por resolver las necesidades de las personas en cada pueblo- representan hoy una experiencia fértil desde la que promovemos una agenda multisectorial que hace de la inclusión una causa común.
Sabemos actuar en lo local, pero con perspectiva nacional y comprensión global. Somos promotores de crecimiento, con sostenibilidad y equilibrio. Reivindicamos la productividad, sin renunciar a la equidad.
La armonía entre integración y autonomía ha sido un eje central en nuestro derrotero. Lo reivindicamos con orgullo como palanca de transformación y lo ponemos al servicio de quienes hoy se debaten estérilmente en la tentación de los extremos.
Creemos en la competitividad económica cuando honra, al mismo tiempo, la competencia social. Planificamos en un país que ha abandonado la costumbre de la previsibilidad. Gestionamos convencidos de que el cooperativismo que llevamos adelante es parte de la solución y no del problema.
Sobre la base de estas ideas y acciones que guían nuestra tarea cotidiana, comenzamos a transitar un nuevo año. ¡Que este 27 aniversario nos permita avanzar en nuestra integración cooperativa para desarrollar nuevos proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestras comunidades y fortalecer nuestro movimiento!
