Hace casi un año, Argentina comenzó a transitar una situación sanitaria que produjo cambios impensados en todos los ámbitos. La sociedad en general, la economía de nuestro país en particular, empezó a transitar por un pasillo que todavía hoy no vislumbra un final.
Tanto cambió el mundo que hasta la RAE, tan poco propensa al “aggiornamento” temprano, eligió a fines del año pasado el término confinamiento como la palabra del año y ajustó su significado dentro del diccionario de la lengua española.
En este contexto, como hemos contado en otras notas, las empresas de la economía social han sido vitales para acompañar esta nueva normalidad durante 2020, donde prevaleció el teletrabajo y las clases virtuales. Atendiendo situaciones puntuales, muchas cooperativas acercaron conectividad a alumnos y alumnas para que pudieran sostener el vínculo con sus maestras y escuelas.
Uno de esos casos fue el de la comuna de Santa Regina, en el límite tripartito entre Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde la cooperativa de servicios públicos llevó internet gratuito a familias que no contactaban con conectividad en los hogares y no podían afrontar ese costo.
Otro ejemplo. En Justiniano Posse (Córdoba), la cooperativa de servicios públicos garantizó a un grupo de estudiantes el acceso gratuito a internet bonificando paquetes de datos móviles, ya que fue la alternativa más rápida para resolver un problema urgente.
La pandemia también propició la expansión de servicios que fueron declarados esenciales a partir de un decreto presidencial, tales como telefonía, internet y TV paga. En el balance que realiza una de las cooperativas que brinda dichas prestaciones en Morteros y la región, al este de Córdoba, las prestaciones relacionadas con las telecomunicaciones crecieron tanto en la ciudad como en el área rural.
“Nos da una gran satisfacción saber que la gente confía en nuestros servicios, el 2020 fue mucha la demanda en telecomunicaciones y pudimos cumplir con las expectativas de la gente, llegar a los hogares que lo requieren y estar acompañando a todos los usuarios en las consultas e inquietudes”, resaltó el ingeniero Joaquín González, gerente técnico de CoopMorteros.
Según los números de la cooperativa cordobesa, “el servicio de internet tuvo un crecimiento del 17 % en el último año. Además, la progresión se ve reflejada también en el servicio de TV en un 15% y en lo que respecta a telefonía se registró un crecimiento del 17%”.
Pero el dato más relevante es, seguro, la expansión de internet en la zona rural que creció 351 % llegando a 138 nuevos usuarios en 2020 de manera inalámbrica.
Para poder sostener la mayor demanda, la entidad amplió la red de fibra e instaló nuevos puntos de distribución en la ciudad.
A pesar del negativo impacto económico que ha tenido la pandemia en el sector de las cooperativas de servicios públicos, que debieron afrontar la caída de su recaudación y se comprometieron a no modificar sus tarifas de telecomunicaciones durante el aislamiento, estas entidades fueron solidarias con los sectores más relegados y al mismo tiempo nunca dejaron de invertir para garantizar servicios esenciales.
