El barrio Confluencia de la ciudad de Neuquén Capital es uno de los más antiguos de la provincia. Allí viven alrededor de 15 mil habitantes con una característica que enfatiza Luis Calfueque, integrante de la reciente Cooperativa Conocer (ex Ceramicos del Sur); “hay toda una generación educada en la lógica de los planes sociales que no tienen ninguna salida.”
Promesas y realidades
En 2007, en Neuquén, la idea de una gran inversión estatal movilizó no solo a la gente a las urnas, sino también a los empresarios. Este es el caso de Miguel Winter, propietario de Cerámicos del Sur, que avizoró un repunte en el tema de la construcción. Entonces, en 2007 reabrió la empresa que había abandonado en el 2001, pero para volver a cerrarla en agosto del año siguiente. Lo que se dice un hombre inestable.
Luis Calfueque cuenta que en ese momento “rechazamos los telegramas de despido y nos pusimos como objetivo mantener las fuentes de trabajo, ya que el dueño no quería y argumentaba que le faltaba ayuda por parte del Estado para seguir”.
Construir alternativas
En cuatro meses los quince trabajadores constituyeron la Cooperativa Conocer que esta semana inauguró sus oficinas y reinició su producción de ladrillos huecos. Calfueque se apura en aclarar que todo esto se hizo posible con la ayuda del sindicato ceramista y de los obreros de Zanon.
Al respecto, resalta que este proceso también es resultado del abandono anterior. El trabajador dice “Imagináte que una lucha de dos meses te desgasta, pensá en una de cinco... Pero con algo positivo que era vivir y acompañar el proceso de Zanon. Veíamos todos los días como la gestión obrera era posible y transitamos por ese mismo camino.”
En ese sentido explica que “los trabajadores estamos dando respuestas; en el 2001 Zanon generó su gesta como ejemplo. Y ahora en esta crisis económica mundial volvemos a generar una réplica: no nos hacen falta patrones para producir”.
