Y UN DÍA, LA USINA SE TRANSFORMÓ EN COOPERATIVA

14-04-2016

Cuto, como lo conocen en el pueblo, tiene 98 años. Lo llamé un miércoles a las 10, tal como habíamos quedado, y a poco de comenzar a repasar la historia de este pueblo del sureste de Córdoba, ésta comienza a unirse a la de su familia. “Alrededor de 1925 mi padre le dio la luz a San Marcos a través de la usina eléctrica. En esa época el servicio se prestaba desde la tardecita hasta las 12 de la noche. Después instaló dos motores más que trajo desde Alemania y ahí pudimos dar luz durante el día”.

José estaba todo el día ahí. “Mi papá construyó el edificio de la usina. Luego con mis dos hermanos fuimos continuadores de esta empresa familiar. Un día, papá nos llamó al escritorio para darnos las llaves. `Dásela a Cuto´, dijeron mis hermanos”.

Hoy ese edificio se mantiene en el callejón Ocampo y la usina está tan presente en la historia de esta familia, que todos recuerdan (como si fuera un legado que se transmite de generación en generación) la marca de los motores: Otto Deutz. El volante del motor más grande pesaba 5.000 kilos y todos funcionaban a gasoil, combustible que se almacenaba en una especie de aljibe en el patio.

También recuerdan que el primer tendido de las líneas fue realizado por Victorio Donetto y José Cavallo, empleados de la usina. La historia incluye una parte trágica, cuando Andrés, uno de los tres hermanos, falleció en un accidente cuando estaba reparando una de las líneas. Este hecho que significó un golpe muy fuerte para la familia y para el pueblo.

Cuando uno indaga en el inicio de las cooperativas de servicios públicos que brindan energía eléctrica, no es frecuente escuchar que quien estaba a cargo de la usina de manera privada integrara el grupo promotor de la entidad solidaria. Menos, que tiempo después haya sido su presidente. Ese es el caso de Cuto. “Se venía hablando de la formación de la cooperativa un tiempo antes. Hicimos la asamblea y se formó la comisión”, recuerda.

Compromiso y participación

La Cooperativa Eléctrica Ltda San Marcos Sud fue fundada en el año `61 y el primer presidente fue Domingo Depetris. Desde sus inicios, José integró el consejo de administración y más tarde fue presidente por 11 años, hasta octubre del `84 cuando lo sucedió Osvaldo Bonggi. En las actas de esta entidad consta una fecha que queda grabada en la historia de la familia Pagnone, de la cooperativa y del pueblo: el primero de agosto de 1968 a las 7hs, la usina dejó de generar energía.

Ya habían llegado las líneas de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba, que comenzó a proveer a la cooperativa. Hasta el día de hoy Cuto habla con devoción de esta institución. Cuando le pregunté si accedía a la entrevista, me dijo “Como no, estoy para la cooperativa, he estado toda la vida”.

“Nunca pensé que me iban a buscar para colaborar en la entidad ni que iba a quedarme tanto tiempo. Me gustaba participar, iba siempre. Destaco que quienes integraban el consejo como los empleados, eran personas muy buenas”.

Empieza a repasar las historias de esa época y podría estar horas. Recuerda la licitación para la construcción del edificio nuevo de la cooperativa (el que está hoy), el momento en que se inauguró el telediscado y el que comenzó a funcionar el servicio de sepelios. “Cuando se hizo la licitación para construir el edificio de la cooperativa se presentaron 3 pliegos: un ingeniero de Bell Ville y dos personas de San Marcos. Resulta que el más económico era un íntimo amigo mío que era constructor, que ya no está entre nosotros. Cuando íbamos para la asamblea, me iba hablando para ver si quedaba él y le dije: `Primero hay que buscar la conveniencia de la cooperativa y del pueblo. Los amigos somos amigos ahora y siempre´”.

Hoy la cooperativa, brinda energía urbana y rural, agua potable, televisión, internet, telefonía celular, banco de sangre y ortopedia.

Un pueblo agrícola

La zona donde está ubicada la localidad tenía como referencia la Colonia Marcos Sastre, ubicada a 15 kilómetros de donde se construyó la estación del tren.

Como en muchos casos, lentamente el pueblo comenzó a desarrollarse a la orilla de la estación del ferrocarril, por la practicidad comercial y comunicación entre localidades que trajo este medio de transporte. En noviembre de 1889 apareció oficialmente en el horario de los trenes.

Se estima que la denominación, que era la de la estación, surge para diferenciar esta zona, de la colonia Marcos Sastre que desapareció. Más tarde el nombre se completó para distinguir a esta localidad de otras y quedó como en la actualidad: San Marcos Sud.

Este es el pueblo de Cuto, donde se instalaron sus abuelos tras cruzar el océano desde Italia y que hasta el día de hoy vive en el lugar donde se mudó su familia cuando se fue del campo. “Estaba haciéndome una casa en la esquina del terreno y mi hijo me cuenta que se va a casar. Entonces le pasé la casa nueva y yo me quedé donde viví toda la vida”.

Recuerda que cuando vivían en el campo “mi papá promovió una escuelita, sino los chicos no teníamos donde estudiar. Tengo lindos recuerdos de la época del colegio, me iba muy bien. Después nos fuimos al pueblo”.

La localidad era muy chica, con calles de tierra, ahora está todo pavimentado. “Me gusta este lugar. La gente me aprecia, pasan frente de mi casa y me saludan. Siempre cuando cumplo años nos vamos a Córdoba, tengo 10 bisnietos allá, hacemos una fiesta con toda la familia”.

Hoy San Marcos Sud, este pueblo que tuvo luz por primera vez a través de la usina de la familia de José, tiene 3500 habitantes. Sus principales actividades son la agricultura, ganadería y lechería. Hay también empresas, dentro de las que se pueden mencionar una vinculada al agro, una empresa láctea y otra que trabaja cuero.

Agradecemos la colaboración de Enzo, Cristian y Henry Pagnone. Foto: Alejadro Olivares

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