Por ello, sitiocooperativo entrevistó al Señor Herminio Ludi, Presidente de CADER, y Presidente de la Mesa de coordinación cooperativa de Entre Ríos.
¿Cuáles son los inconvenientes que surgen de la supervisión del Banco central?
El Banco Central, ya lo sabíamos de antemano, iba a ser el organismo oficial que iba a reglamentar esa ley que tanto esperábamos para la construcción de las cajas de crédito, la 25782. Nosotros presumíamos y no nos equivocamos, que si el Banco Central era el ente que iba a reglamentar la ley, esa reglamentación iba a ser contraria a los intereses de las cooperativas, de las cajas de crédito para que funcionaran exactamente como lo hicieron en los años 50, 60 y 70. El inconveniente es que el Banco Central por su naturaleza desde su nacimiento ha sido contrario a la existencia de entidades financieras que atiendan a los sectores pequeños, medianos y a los más chicos de la República Argentina. Nosotros vemos una serie de inconvenientes como está establecido en la nota que dimos a conocer oportunamente donde decimos porque rechazamos la reglamentación del Banco Central. Bueno, una serie de medidas que hacen que el pueblo argentino no puedan constituir cajas de crédito. Solo para algunas personas que tengan mucho dinero. Fíjese que hay una posibilidad para que veinte personas no más de ese número puedan reunir el capital mínimo que exigen para la creación de las cajas de crédito. El capital mínimo es totalmente alto si tenemos en cuenta por ejemplo nosotros allá en Entre Ríos en el departamento Paraná el capital mínimo en cualquier localidad que se quiera crear, como se tiene en cuenta el partido departamento o jurisdicción equivalente el capital mínimo tiene que ser de 500 mil pesos, capital que tiene que ser reunido en sesenta días. La ley 20.337 que rige a las cooperativas de crédito habla de una suscripción y luego de una integración del capital en cómodas cuotas. Precisamente para que puedan ingresar a las cooperativas personas de bajos recursos, acá a esa posibilidad la coartan desde la reglamentación. Es decir que el banco central está legislando contrariamente a una ley nacional que data desde hace muchos años. Es imposible reunir ese capital y vuelvo a decir, salvo para algunas pocas personas que quieran hacer alguna entidad financiera y van a usar el rótulo de cooperativa para trabajar como tal.
Se le quita la soberanía a la asamblea constitutiva, hay que presentar nombres que van a conducir a la cooperativa antes de constituir la asamblea, que nosotros rechazamos de plano.
¿Digamos que la reglamentación no respeta el espíritu de la ley de cajas de crédito?
Así es, la reglamentación contraría no solamente la ley 20.337 que regla a las cooperativas en el país sino también a la 25782 que permite que ahora se creen las cajas de crédito. Da vuelta a la Ley, no se respeta el espíritu de ninguna de las dos leyes y esto los legisladores deberían haberlo sabido si es que tienen experiencia legislativa y más que eso, si tienen conocimiento de lo que ha pasado en el País con el cooperativismo pero fundamentalmente con el cooperativismo de crédito. El Banco Central siempre fue un enemigo de estas entidades y recordamos que este ente, mal llamado rector de la República Argentina fue formado en el año 1935 con el fin de salvar a cuatro o cinco Banco y Sociedades Anónimas correspondientes al extranjero, tenemos que pensar que el origen fue malo y así continúa en el devenir del tiempo.
¿Cómo tendría que ser el ente que supervise o cual debería ser el ente que supervise a las cajas de crédito?
Nosotros habíamos planteado antes de aprobarse, la ley que hemos mencionado, la 25782 que el ente que regulaba debería ser el ex INAC actualmente INAES ahora, es el ente cooperativo oficial de la República Argentina. Ese organismo no hubiera puesto los inconvenientes que puso el Banco Central. Esto podría haber funcionado perfectamente y sabemos que a la altura de estos tiempos ya estarían en algunas cuantas ciudades del País creándose cooperativas de crédito. Hay que señalar de paso que no hay motivación en la gente. Son dos problemas, mejor dicho, la ley, mejor dicho, la reglamentación que ha aparecido que traba el desarrollo y el propio estado anímico del pueblo argentino que no es el mismo de los años 58´ cuando se creó el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos que promovió hasta mil cajas de crédito en el País, año sesenta y pico setenta, hasta que la dictadura de la mano de Videla y de la mano de Martínez de Hoz, nos pusieron tantas trabas que no nos dejaron funcionar. Salvo convirtiéndonos en banco para lo que había que reunir también un capital que cada una de las cooperativas podía lograr. Así fue que hubo que fusionar quince cajas de crédito por un lado, ocho diez o doce por otro hasta reunir un capital tan alto que solamente así se lo pudo lograr.
Que quede claro entonces que lo que nosotros hemos planteado antes incluso de la aparición de la ley es que las cajas de crédito tenían que funcionar dentro de la órbita del INAES, porque es una entidad hermana y cooperativa, el Banco Central en Cambio es una entidad contraria, de tipo contrario a lo que sienten y hacen las cajas de crédito que atienden a los sectores mas postergados de la República Argentina.
¿Usted acuerda con el proyecto del diputado Polino?
Por supuesto, lo conocíamos, tal vez a ese proyecto hubo que hacerle algunas correcciones, pero a veces yo conozco lo que es la legislatura, a veces hay que ceder algo para que nos den algo. Pero bueno, el proyecto estaba bien, y era la alternativa, pero que quede claro. La ley nos gustó, nos satisfacía y esperábamos con impaciencia la reglamentación porque sabíamos que iba a ser contraria a los intereses de las cajas de Crédito.