Un canto a la diversidad

29-10-2004

El objetivo del encuentro fue brindar a los músicos con capacidades especiales, un espacio destacado en la comunidad, difundiendo su existencia y su trabajo. De esta manera se logra la integración con otros intérpretes de amplia trayectoria.

Los beneficios obtenidos por el Festival serán destinados al “Programa de Becas para Músicos con Capacidades Especiales” del Rotary Club la Cañada.

La gran predisposición de artistas de la talla de Jairo, permitió que muchos niños cumplan el sueño de tocar en el teatro mayor de Córdoba con sus ídolos y con músicos consagrados.

Jairo destacó que “Este evento nos pone en contacto con músicos que de otra manera no tenemos forma de ver. Así podemos descubrir cosas extraordinarias. Gente que toca y canta bárbaro y que están muy entusiasmados y motivados. Formar parte de esto es una suerte para cualquier artista. En la medida de lo posible es lindo poder hacerlo.

Esto surgió en febrero organizado por el Rotary la cañada. Fue curioso porque el mismo día me vinieron a ver ellos y los realizadores de la misa cubana. Las dos cosas se hicieron. Me pareció muy bonito e interesante la posibilidad de hablar y tocar con músicos que no conocía. Me despertó una gran curiosidad que recién se ha visto satisfecha al poder tocar ensayando. Si bien es cierto que tenía un disco, no es lo mismo que tocar. Ellos transmiten una calidez y entusiasmo extraordinario y fuimos dándole forma mi participación y agregando cosas para que me integrara al espectáculo.”

Jugando en el escenario

La parte del show más impactante fue la realizada por el grupo, “Juguemos con ritmo” Dirigido por los profesores Adrián Demaría, Noemí Liendo, Liliana Cadaillón y Marta Muñoz. Inspirado en el espectáculo “Mayúmana” combinaron baile y percusión para la realización de un número impactante y entretenido. El espíritu artístico primordial, que consiste en hacer percusión con elementos de cualquier tipo y no con instrumentos específicos. Así es que simplemente con sillas y botellas vacías de agua mineral se construyeron ritmos de todo tipo, donde fue inevitable mover el pie, aunque se estuviese sentado en una platea.

La tarea constante de los docentes logró su reconocimiento y los cálidos aplausos estuvieron presentes como era de esperarse. Es el premio al trabajo compartido y al esfuerzo de un grupo de soñadores.

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