Un cafecito cultural

15-09-2011

El tercer jueves de cada mes, al caer la tardecita, algo despierta en el barcito “El café” del centro cultural de esta localidad del este de la provincia de Córdoba.

Allí, desde hace más de dos años, un grupo de personas vinculadas al arte y a la literatura se juntan para intercambiar experiencias y generar iniciativas. Todo comenzó como una reunión de amigos y por medio de la difusión y el boca a boca fue creciendo. Así, el café literario logró tener un alcance regional ya que no sólo se reúne a personas del pueblo sino también de localidades vecinas como Cintra y San Antonio de Litín.

En general, participan del mismo alrededor de diez personas y funciona como una usina cultural y creativa. “Es un espacio muy lindo donde  reflexionamos, comentamos novedades y compartimos nuestros escritos, algunos interpretan temas musicales y también recitamos, según lo que proponga el grupo en cada encuentro”- asegura Gastón Nottebohm participante de la iniciativa.

En este lugar “se genera un clima muy lindo y enriquecedor, descubrimos que hay gente en el pueblo que tiene pasión por la literatura, son pequeños escritores ocultos que no conocíamos”- sostiene Silvina Le Roux, integrante del Centro Cultural.

El año pasado el café literario organizó un concurso denominado “Escribir hace bien” destinado a alumnos de todos los niveles de las escuelas de la región, con el objetivo de animarlos a contar historias, cuentos o poemas. El mismo sorprendió por la gran participación y un jurado eligió a los ganadores que fueron premiados con diccionarios bilingües y libros de cuentos.

Este año, a las actividades se incorporó el taller de literatura ¨Hilvanando sueños¨,  supervisado por la profesora Mercedes Morlachetti de Monte Buey.

“Estas iniciativas son muy importantes para una localidad como la nuestra, de 600 habitantes que no tiene acceso a las ofertas de las grandes ciudades. A los integrantes se los ve muy participativos e interesados, dicen que les hace bien, que van ejercitando la creatividad y adquiriendo pautas para mejorar su escritura”- comenta Le Roux.

Más actividades. El centro cultural también organiza otros talleres a los que concurren más de 50 personas como dibujo para niños, artesanías, salsa, tango e inglés. Los honorarios de los docentes están subsidiados por una firma local.  También funciona allí la biblioteca, un museo histórico, sala de computación, servicio de wi-fi, una cafetería y un espacio de lectura.  Periódicamente realizan proyecciones de películas y los fines de semana de verano organizan encuentros de gastronomía y música.

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