Así se explicó el fiscal en parte de su exposición al presentar el requerimiento de instrucción elevado al Juzgado de Instrucción Nº 6 por los fiscales Pablo Vignaroli y Sandra González Taboada.
Las cuarta y quinta columnas del edificio del supermercado de la Cooperativa Obrera -la construcción tenía seis- implosionaron al no soportar el peso de los diez departamentos que se construían encima. Esa fue la causa del derrumbe, según consta en las pericias de Bomberos, que además detectaron que el material utilizado en las columnas no contenía las proporciones necesarias.
Geréz mencionó que existe una “triple identidad” del sujeto que comete el delito que se investiga y que está compuesta por el propietario, el empresario Néstor Guerrero, el arquitecto Alberto Diez y, el capataz de la construcción, José Alfonso Silva Enrrique. Todos detenidos. Los dos primeros están señalados como “autores” por la muerte de siete personas y heridas en otras nueve. Mientras que Silva aparece como “partícipe necesario”.
El fiscal general señaló que existe una relación comprobada de “por lo menos 10 años” y los definió como personas entendidas en la construcción. Geréz indicó que puede considerarse un “agravante” el conocimiento sobre la materia y el uso indiscriminado de menores proporciones para maximizar la rentabilidad.
“Las deficiencias en la construcción eran notables”, graficó el funcionario y agregó que los señalados conocían las posibilidades del peso que podía aguantar la estructura. Esto, según el informe de Bomberos, “estaba al límite de soportar la propia losa del techo”.
Sobre el techo del inmueble se construían 10 departamentos en los que se trabajó hasta el día mismo de la tragedia. Ocho de los mismos se realizaron en un plazo de 3 meses y medio, según las declaraciones recogidas por la investigación. Uno de los obreros señaló que tenían orden de “alivianar” los materiales.
Geréz explicó, según les consta, que los implicados tenían por costumbre construir y una vez finalizada presentar un “conforme de obra”. Este procedimiento, que no es ilícito, evita trámites anteriores y los controles quedan a responsabilidad de los firmantes.
También el fiscal señaló que no les constaba como documentación que en el lugar se hayan realizado inspecciones o controles sobre la obra en cuestión.
La estructura
El jueves 25 de octubre el hormigón de las columnas 4 y 5 - contadas desde la fachada hacia el norte y que dividen al medio al local- estallaron. Los estribos explotaron y cedieron completamente dos departamentos sobre el interior del edificio. La viga central estaba amarrada a las columnas pero solamente apoyada sobre la última de ellas (norte) por lo que la estructura se desplomó en forma de “V”. Sin embargo los pisos de los departamos cayeron horizontalmente en par al suelo del supermercado.
De acuerdo al informe cada columna estaba a una distancia de 10 metros cuando lo recomendable es que se ubiquen a seis. Si bien se permite espaciarlas más deben tomarse recaudos, que en este caso parecen no haberse seguido.
El edificio en la que se asentaba la sucursal 84 del supermercado Cooperativa Obrera fue construido por Guerrero, Diez y Silva Enríquez, para la instalación del mismo en 2009. En este sentido se agregó que el plano y los materiales fueron elaborados por las mismas personas.
Responsabilidades
El fiscal Geréz mencionó que se trabajan con responsabilidades directas e indirectas. En el caso de las primeras se encuentran Guerrero, Diez y Silva Enríquez.
En tanto en las responsabilidades indirectas no hay definiciones aún pero se trata de establecer si existieron “acciones u omisiones” que puedan estar relacionas al delito que se investiga.
En este último caso podrían aparecer funcionarios o personas vinculadas a la Cooperativa, aunque esto no fue señalado por Geréz.
