SOFTWARE LIBRE Y COOPERATIVISMO

15-12-2014

El Software Libre (SL)

El acceso a la información y a la formación es imprescindible para el desarrollo intelectual, social y político de toda sociedad. Sin embargo, el software “privativo”, limita el acceso al conocimiento ya que cuenta con licencias que impiden a los usuarios modificarlo o compartirlo. Se trata de soluciones de “código cerrado”.Frente a este problema, cabe preguntarse, entender, utilizar y difundir el Software Libre.

Quienes trabajan con este tipo de software plantean que hay que concebirlo como un asunto de libertad y no de precio. Es decir, vincularlo con "libertad de expresión" y no con “gratuidad”, esto último porque una vez adquirido, puede accederse al código fuente, modificarlo, compartirlo, etc.

Concretamente, el SL es aquel en el cual los usuarios poseen cuatro libertades: usar el programa para cualquier propósito; adaptarlo a sus necesidades; distribuir copias; mejorarlo y hacer públicas esas mejoras de modo que toda la comunidad se beneficie. Su licencia permite que se cumplan todas esas libertades, las que lo distinguen de aquellos programas privativos. Desde un punto de vista económico, es importante saber que su ética no prohíbe cobrar por un servicio prestado, siempre que se respeten las libertades mencionadas. Es, por lo tanto, económicamente sustentable (así como para quienes lo desarrollen). Más aún si consideramos que se genera valor a través de los servicios asociados a un programa “libre” (implementación, mantenimiento, desarrollo de otras soluciones, capacitación, etc.). Desde un enfoque más amplio, el SL es parte de un movimiento social y político, (la “cultura libre”), cuyo propósito general apunta a colaborar y trabajar en equipo por un bien común y a liberar el conocimiento en todas sus formas, incluyendo el software.

Las Cooperativas TIC: Tecnología, Innovación y Conocimiento

Argentina cuenta con más de treinta cooperativas de tecnología integradas en una Federación (FACTTIC), que comparten la característica de haber adoptado la forma de cooperativa de trabajo por convicción y no sólo por necesidad (como ha sucedido mayormente a lo largo de la historia de nuestro país). Muchas de estas personas, se desempeñan en el área de sistemas, que a pesar de la gran demanda en el mercado, eligen esta otra forma de ejercer su profesión. El desacuerdo con el trabajo en relación de dependencia junto al deseo de encontrar coherencia entre el trabajo productivo que desarrollaban (el SL) y la forma de organización para llevar adelante ese proceso productivo, los hicieron decidirse por la empresa cooperativa, transformándose en “dueños/asociados” de un proyecto colectivo.

Consideramos de especial relevancia este tipo de iniciativas, en la medida que representan un tipo de asociación cooperativa que contiene en su seno un potencial transformador del sistema económico y social hegemónico, muy acorde a las necesidades del sector cooperativo.

Esto es así ya que se caracterizan por:

estar conformadas mayormente por jóvenes (sabida es la necesidad del movimiento de contar con líderes y dirigentes jóvenes);

trabajar en relación con las nuevas tecnologías (herramientas centrales en la “sociedad de la información y el conocimiento”);

ensanchar la base de cooperativas de trabajo (que es el único tipo de cooperativa que, hasta el momento, tiene como objetivo la eliminación de la relación de subordinación capital-trabajo);

impulsar y promocionar el SL (el cual, como hemos dicho, se basa en el trabajo colaborativo, la igualdad de oportunidades y la equidad, al compartir el conocimiento con toda la sociedad y, en consecuencia, posibilitar la independencia económica y cultural.)

Democratizar el acceso al conocimiento

Los conceptos que consideramos subyacen en la corriente de SL y en las cooperativas TIC que trabajan y promueven el SL, son: el conocimiento como un bien común que se construye socialmente; la necesidad de democratizar el acceso al conocimiento y que tanto éste como la tecnología sirvan para mejorar a la sociedad y no para que ésta sea controlada por unos pocos.

No podemos dejar de mencionar, en la búsqueda de ese gran objetivo (junto con el importante rol que PUEDE cumplir el cooperativismo), el rol que DEBE asumir el Estado, como está sucediendo en algunos países latinoamericanos tales como Venezuela, Ecuador y Uruguay, en donde se ha decidido apostar por modelos basados en la creación de programas libres, el impulso de políticas que permiten el control de su propia información y la construcción de una sociedad más justa en materia de derechos de acceso a la información y la cultura. En otros términos, el Estado debe promover un tipo de sociedad del conocimiento independiente, inclusiva, democrática y, fomentar la participación a través de la apropiación social de las tecnologías. Con ese horizonte, las Cooperativas TIC y el SL son herramientas esenciales, que se asientan en la solidaridad y la cooperación en lugar de la competencia individualista.

Lic. Marina Veleda

[email protected]

Centro de Estudios de la Economía Social

Universidad Nacional de Tres de Febrero

Licenciada en sociología y especialista en desarrollo local. Coordinadora académica del Centro de Estudios de la Economía Social de la UNTREF y Coordinadora Docente del Curso de Posgrado Economía Social y Dirección de Entidades sin fines de lucro, en la modalidad virtual.

Suscribite al newsletter

COLSECOR Noticias

* no spam