SANTA COLOMA: REPOSERA, GUISO Y TORTA FRITA

08-04-2016

“Los esperamos este 1º de mayo, Dios mediante, con las tranqueras abiertas del pueblo”, dice la convocatoria de la 11º edición de este festejo.

"Queríamos hacer algo para que la gente no se vaya y tratamos de organizar un evento que acerque al turismo”, comenta Oscar Scollo, integrante de la comisión organizadora, al recordar los inicios. “En ese momento era delegado de la localidad y se nos ocurrió hacer una fiesta, con el guiso como comida principal, a lo que le agregamos torta frita. Después la misma gente nos fue llevando a lo que se convirtió hoy. A veces sentimos que se nos va de las manos, por la cantidad de visitantes”.

Y no es para menos, ya que en cada edición llegan entre 7 y 8 mil personas, bastante para un pueblo de apenas 200 habitantes y que tiene “4 cuadras de ancho por 5 de largo y está dividido por el predio del ferrocarril, donde realizamos la fiesta”.

El festejo es particular. Si bien tanto el guisito (que viene bárbaro en invierno) como la torta frita son el centro, hay artesanos y grupos musicales, a los que se les suman encuentros de autos y motos.

Pero lo más llamativo es que a medida que las personas van llegando, estacionan sus autos e instalan sus mesas y reposeras al mejor estilo camping, para pasar un hermoso día con sus familias y amigos al aire libre. “Viene gente de la zona y de otras provincias y quedan maravillados con el entorno. La estación es pintoresca, está rodeada de eucaliptus. No es porque que sea mi pueblo, pero realmente es un lugar hermoso”, dice orgulloso Oscar.

Ese día hay mucho movimiento en el antiguo galpón del ferrocarril. “Es el lugar donde preparamos la comida, son 12 ollas de guiso y a medida que se va terminando, se realiza una nueva tanda. Como es una fiesta tan concurrida, empezamos a cortar el mondongo en marzo y lo vamos guardando en el freezer”, explica Scollo.

El año pasado se vendieron 1400 porciones de guiso, que empieza a cocinarse a las 4 de la mañana del 1º de mayo y suele llevar 500 kilos de mondongo. Por otro lado, se venden alrededor de 10.000 tortas fritas. “Para hacerlas, utilizamos 450 kilos de harina. El día anterior se hace la masa y comienzan a cocinarse a las 6 de la mañana del mismo primero de mayo”.

Un festejo para el pueblo

Toda la organización está a cargo de una comisión integrada por diez personas. Colaboran además instituciones como la escuela, el jardín, los bomberos y el club. Cada una tiene asignada una tarea y un beneficio económico. En total trabajan cerca de 50 personas, un cuarto de los habitantes de Santa Coloma.

Por otro lado, las casas del pueblo se convierten en locales donde se venden artesanías, pastelitos, empanadas, porque “siempre la prioridad son las instituciones locales y los vecinos, para que los dividendos no se vayan a otro lado. Además, lo que la comisión recauda por la fiesta siempre tiene un fin social. El año pasado se refaccionó y se compró equipamiento para la salita de primeros auxilios”, cuenta Oscar.

Tanto la gente del pueblo como quienes lo visitan, no pueden creer el movimiento que se genera y cómo esta localidad tan pequeña llegó a organizar un festejo de estas características. “Honestamente nunca pensamos, ni en nuestros sueños, que esto iba a tener tremenda magnitud. Que iba a reunir tanta gente, ni que iban a quedar tan encantados con el lugar. Para nuestro pueblito es un orgullo”, finaliza.

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