Salud y Trabajo

14-07-2004

Camino a la Clínica Junín, una publicidad en la esquina me llamó la atención. La pared anunciaba: “Sacate diez pesos de encima y asegurá la salud de tu familia”. Más adelante, un cartel a la entrada del centro sanitario avisaba: “Este establecimiento está funcionando en manos de los trabajadores”

Esperando en la recepción para la entrevista pautada, repasé mentalmente la historia reciente de la Cooperativa de Trabajo de la Salud Junín Limitada. Hacia fines de 2001, la situación de la Clínica Junín de la Ciudad de Córdoba era crítica: los sueldos eran pagados esporádicamente y se produjo una cadena de atrasos. Paralelamente, se cerraron algunos servicios y el vaciamiento de la empresa estaba en marcha. El conflicto se fue profundizando y los trabajadores pasaron del estado deliberativo a la acción cuando la patronal envió 45 telegramas de despido y decidieron resistir en el lugar. Luego de varios intentos de diálogo entre ambas partes y la intervención de la justicia, en septiembre de 2002, 34 trabajadores abrieron las puertas de la clínica y solicitaron una medida cautelar que les permite funcionar como cooperativa. Desde entonces, la organización pelea para que aprueben un proyecto de ley de expropiación que ingresó a la Legislatura con la firma de todos los bloques. No obstante las dificultades, este grupo de trabajadores salió adelante y actualmente, la cantidad de pacientes aumentó gracias al nuevo plan de salud.

José López, encargado de las relaciones institucionales estaba atendiendo en el mostrador de entrada cuando llegué a realizar un recorrido por la clínica. “Pasemos arriba que vamos a estar mas cómodos” dijo con tranquilidad. En el segundo piso, nos acomodamos en una oficina.

La pared posterior al escritorio de López recuerda la lucha que llevan adelante los trabajadores. Sobre la ventana hay una pancarta que dice: “Cooperativa de trabajadores de la Salud Junín”, la misma que se vio por televisión en varias movilizaciones.

Pregunté por este nuevo proyecto y los pasos a seguir: “Bueno, como decís, se van cumpliendo pasos. Hemos ido incorporando servicios y creciendo. Hoy tenemos trabajando para la cooperativa a un plantel de cincuenta profesionales. Se han ido incorporando servicios y ya tenemos todas las especialidades cubiertas. Hemos ampliado el servicio de fisioterapia y también estamos desarrollando un servicio de consultorio jurídico. Con todo eso abrimos un paquete y salimos a ofrecerlo en un precio económico.” López también confirmó que con el lanzamiento de este plan se logró el reconocimiento del vicegobernador de la provincia, Lic. Juan Schiaretti: “Esto no es poco porque tenemos necesidad de legitimar aún más lo que venimos haciendo”.

El proyecto está planteado de manera que sea útil tanto para el desocupado que vive de un plan jefes y jefas -que con diez pesos por mes tiene una cobertura para todo su grupo familiar- como para un trabajador en negro, que no tiene obra social. Entre otros servicios también ofrece una farmacia que otorga hasta un cuarenta por ciento de descuento.

López está convencido de que el emprendimiento marcha bien, pero sabe de sus límites. En referencia al titular dominical de un matutino cordobés referido a la crisis sanitaria dice: “No decimos que recuperar la Clínica Junín sea la solución para la salud, pero al menos puede ser un aporte importante al problema.”

Antes de irme, hice un comentario respecto del cartel callejero que promociona el nuevo plan de salud y López dijo que no sabían exactamente quien realizó la publicidad, pero que estaban averiguando para agradecerle. Evidentemente, el esfuerzo de los trabajadores de esta cooperativa está dando frutos y ha sido reconocido por la comunidad.

Nota: Ricardo Cortés, Cooperativa de trabajo 8 1/2 ltda.

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