Respaldo judicial a una sanción del Inaes

20-03-2012

El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) en cumplimiento de sus funciones dio con una cooperativa fantasma en Mendoza. Huentala utilizaba la figura de la cooperativa como pantalla para precarizar a los trabajadores abocados a la recolección y producción de aceitunas y productos derivados.

El fallo de la Sala Nº 2 en lo Contencioso Administrativa  sostiene que “Resulta claro que el supuesto asociado, era en realidad un trabajador. Que para acceder al empleo, cumplía con la formalidad de firmar una solicitud provisional de asociación. Pero que en los hechos no participaba de las asambleas, desconocía los estatutos (y por lo tanto sus derechos), no percibía aguinaldo ni vacaciones, y estaba sometido al régimen disciplinario de la empresa comercial para la que trabajaba”. Y agrega: “Con su accionar, claramente desnaturalizó la figura cooperativa”.

Los magistrados ratifican en su escrito que la creación de una cooperativa con el sólo objeto de diluir la responsabilidad del verdadero empleador constituye un claro fraude a la ley laboral.

Desde la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) celebraron el fallo judicial contra Huentala que ratifica la medida del Inaes. El cooperativismo “no puede ser aprovechado por las empresas que se enriquecen a costa del empobrecimiento de  los trabajadores”, manifestaron desde la Confederación.  La cooperativa “es una herramienta para el crecimiento de los trabajadores asociados” y su “mala utilización” afecta la imagen del sector, expresaron mediante un comunicado.

 Las empresas en cuestión son Tierras Coloradas S.A., Mendoza Greens S.A., El Retiro Mendoza S.A., La Rioja S.A., El Benteveo S.A. y Cordón de Plata S.A.

Trabajo precarizado: Los trabajadores “golondrina” se desempeñan en el sector laboral informal, principalmente en el ámbito rural y bajo condiciones muy precarias, con escasa capacitación, participando en migraciones estacionales hacia zonas de cosecha. En la Argentina, la mayor demanda se origina en la actividad frutícola.

A mediados de 2011 se hizo público un informe del Inta y del Ministerio de Agricultura donde se indica que en un universo de aproximadamente un millón de trabajadores rurales, la mitad queda comprendida en la categoría de trabajadores temporales o golondrinas.

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