Un británico adicto a la pantalla chica intenta romper el record mundial de mirar televisión sin parar, para lo que deberá permanecer 50 horas frente a un aparato de televisión en un sofá ubicado en un salón en el centro de Londres.
Tom Gibson, de 24 años y consultor en tecnologías de información en el norte de la capital británica, quiere batir el actual registro de 47 horas establecido en 2002 por cuatro de sus compatriotas.
Gibson, nativo de Hendon, fue seleccionado en una encuesta nacional realizada por la compañía proveedora de televisión digital Home Choice, como el británico más aficionado a la televisión. El consultor declaró que si quiebra el récord le demostrará a sus padres que estaban equivocados cuando dijeron que "mirar televisión no me llevaría a ninguna parte".
El intento comenzó al mediodía del martes en un salón, réplica de una sala de una casa familiar, en la calle Cromwell del centro de Londres. Gibson se preparó durante muchas horas para este intento televisivo y dice que redujo "el tiempo que pasaba durmiendo para concentrarme en gastar más tiempo despierto".
Está autorizado para ordenar alimentos y bebidas durante el intento y es supervisado en el lugar por un equipo de árbitros. Sus descansos están limitados a únicamente 15 minutos cada 8 horas, en los que puede retirar sus ojos de la pantalla. "La gente puede llamarme un obseso por querer romper este récord, pero para mí es un gran logro", ha dicho Gibson.
El record anterior fue establecido en circunstancias similares hace dos años por cuatro británicos en Londres y en Manchester, quienes estuvieron dentro de cápsulas especiales equipadas con reproductor de DVD, equipo de sonido, nevera, y por supuesto, una pantalla gigante de televisión.
Recorte de Televisión, 27 de mayo de 2004.
