Esa misma mañana se aprobaban superpoderes en el Congreso Argentino y el Senado convalidaba el Presupuesto del 2005, que le otorga facultades especiales al jefe de Gabinete. Paradójicamente y como si el tiempo no hubiera pasado, una Cámara Federal de San Martín, declaraba inconstitucional la anulación parlamentaria de la Obediencia Debida y el Punto Final, demostrando que aún queda mucho por hacer en materia de derechos humanos.
Pérez Esquivel es Arquitecto y docente, en 1971 comenzó a involucrarse en movimientos que luchan por la paz y la justicia, durante 1977 y 1978 fue encarcelado por la dictadura de Videla y en 1980 ganó el Premio Nóbel de la Paz.
Actualmente logró el acceso a la revisión de las causas judiciales en las que haya menores detenidos por cuestiones penales o asistenciales y está habilitado para proponer alternativas de tratamiento y a denunciar violaciones a los derechos de los niños y adolescentes. Esto es posible por un convenio entre la provincia de Buenos Aires y la fundación Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), que preside.
En su ponencia, Pérez Esquivel sostuvo que hay que luchar fuertemente por los derechos, ya que pueden las apariencias son engañosas y “Que no hablen de democracia porque como dice (el escritor) Eduardo Galeano, estas no son democracias, son democraduras”
Ud dijo que la lucha es para que no nos quiten la esperanza. ¿Quién nos quiere quitar la esperanza?
Hay muchos sectores que únicamente piensan en si mismos: económicos, políticos; y no piensan en el pueblo. No puede ser que el continente hoy tenga 27 millones más de pobres en los últimos años.
Esos son los que nos roban la esperanza. Los que se llevan no solo los recursos económicos sino que provocan la deserción escolar, la mortalidad infantil, la pobreza y la exclusión social. Esos nos están robando la esperanza. Como también las políticas de esos grandes organismos como el FMI y el Banco Mundial, que en lugar de pensar en los pueblos, piensan en las grandes corporaciones económicas. Esos también nos roban la esperanza.
¿Cómo cree Ud. que se puede combatir esa asimetría a la que hacía referencia en nuestra sociedad latinoamericana?
Con la unidad de los pueblos. Tenemos que terminar de una vez por todas con este individualismo y comenzar a pensar en una cultura de la solidaridad y de la integración de los valores, pero a través del pensamiento propio porque nos han impuesto un pensamiento único. Nos dicen que es esto o el abismo, que no hay salida. Nosotros tenemos que tener la resistencia cultural para generar el pensamiento propio.
¿Cómo cree que el cooperativismo puede contribuir al desarrollo de esas nuevas democracias a las que usted hacía referencia?
El cooperativismo primero desarrolla, la misma palabra lo dice, la cooperación, la interrelación, el concepto de solidaridad frente al del individualismo. Ese individualismo que lleva a la asfixia de las personas y de los pueblos porque el individualismo fragmenta, divide, enfrenta, no construye.
El cooperativismo tiene una función educativa y de toma de conciencia de lo que puede ser la articulación entre los distintos sectores sociales. Desde ahí puede hacer muchísimos aportes.
A pocos días de haber concluido el congreso de la lengua y también el Congreso de “las lenguas”; ¿Que es lo que nos puede decir sobre este evento a manera de colofón?
El Congreso de Las Lenguas fue un desafío. Un desafío porque se hizo sin recursos, con mucha voluntad, mucho esfuerzo, mucho trabajo y lo logramos. Tuvo como eje fundamental buscar el respeto y potenciar lo que es la lengua de otros pueblos. Aquí no hay un pueblo monolingüe y monocultural. Tenemos que reconocer que la Argentina y Latinoamérica es multicultural y multilingüe. Después hay que destacar la gran participación que desbordó todas las expectativas. Más de 1500 personas, una gran participación de los pueblos originarios y además la presencia de otros pueblos como el Catalán el Vasco, y el gallego que fueron pueblos dominados por el Castellano y que sobrevivieron a través de su riqueza y de su identidad cultural. Esto nos anima a ir generando otros encuentros en esta dirección cultural. Creo que esto es lo valioso. Yo acabo de escribir un artículo al que le puse un título muy particular. Las sopas de lenguas y la lengua a la vinagreta. Tiene que ver con esto. Yo no se porque “saltó” la real academia española...Tendría que ponerse contenta. Hubo algunas manifestaciones y creo que nos subestimaron. Hoy nos tienen que reconocer. Decían: “Nosotros vamos a hablar de los pueblos indígenas”, de las lenguas indígenas. Van a hablar “de” pero no “con”... El congreso de “las lenguas” fue con las lenguas. Donde la gran participación de gente de Bolivia, Paraguay, Perú y Chile, nos está demostrando lo que es la gran riqueza de los pueblos.
Entrevista: Sergio Picasso
Cámara: Miguel Becerra
Trascripción y Corrección: Ricardo Cortés