Publicación del Diario Ámbito Financiero el 3/10/03, respecto a las Cajas de Crédito

03-10-2003

Son entidades que captarán depósitos hasta $ 10.000. Es para pequeñas ciudades. Polémica con el BCRA

Por ley, permiten regreso de las cajas de crédito

Por Pablo Wende columnista de Ámbito Financiero

Las históricas cajas de crédito podrían recuperar protagonismo en el sistema financiero argentino después de casi 25 años. Por lo menos a eso apunta una ley aprobada el miércoles en el Congreso que flexibiliza la participación de estas compañías en el sistema financiero bajo la órbita del Banco Central, con exigencias mínimas de capital, la posibilidad de captar depósitos de manera limitada y también de otorgar préstamos. Un punto clave de la nueva ley -impulsada por la senadora Graciela Bar-es que autoriza a las cajas de crédito a recibir depósitos a plazo fijo con limitaciones de hasta 10.000 pesos por titular, aunque no establecen máximos para la captación de depósitos a la vista. El espíritu de la ley es generar nuevos canales de financiación en zonas rurales y en ciudades que tienen poco acceso a servicios bancarios. La medida que encendió una luz de alerta en el Banco Central se explica porque el texto de la ley sería contrario a las normas que regulan a las entidades que conforman el sistema financiero. Según dispone la carta orgánica del BCRA, todas las entidades controladas por la autoridad monetaria deben integrar un capital mínimo para funcionar de $ 15 millones (es decir, algo más de 5 millones de dólares). Sin embargo, el único requisito que se establece para el funcionamiento de las cajas de crédito es que cada asociado suscriba un capital mínimo de 200 pesos, cifra que «podrá ser actualizada por el BCRA». Dispone, asimismo, que deberán funcionar como cooperativas. -Cortos circuitos No se descarta que este tema cause algún cortocircuito con el Ministerio de Economía, ya que los legisladores aseguran que fue el secretario de Política Económica, Oscar Tangelson, quien impulsó esta iniciativa. La ley las habilita a conceder créditos y otras financiaciones a «corto y mediano plazo», siempre que se destinen a pymes urbanas y rurales, profesionales, artesanos, empleados, obreros, particulares y entidades de bien público. Asimismo, quedan autorizadas para efectuar inversiones de carácter transitorio y fácilmente liquidables. Al menos por el momento no podrían emitir sus propios cheques (ya que no formarán parte de la cámara compensadora del sistema), pero sí debitar letras de cambio giradas contra los depósitos a la vista por parte de sus titulares a favor de terceros. No estarán autorizadas a abrir sucursales, ya que deberán desarrollar su actividad exclusivamente a través de su casa matriz. El titular de Cooperar (Confederación de Cooperativas de la República Argentina), Juan Carlos Fissore, explicó que el espíritu de la ley aprobada es que las cajas de crédito «tomen plata del pueblo y se la devuelvan al pueblo», a través de financiaciones atomizadas entre productores agrícolas, profesionales y obras públicas. «Nuestra intención es que funcionen en pequeños pueblos y ciudades, donde no llegan los grandes bancos», agregó. Las cajas de crédito nacieron como pequeñas entidades financieras a principios de los años '60 y a fines de esa década llegaron a sumar más de mil bajo la órbita del Banco Central. Los memoriosos señalan que llegaron a representar 13 por ciento de los depósitos totales del sistema. -Ostracismo Sin embargo, a partir de 1978 comenzó un largo período de ostracismo, luego de duras medidas de control que implementó el entonces ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz. El resultado es que hoy sólo permanecen funcionando bajo el control del Banco Central dos cajas de crédito que sobrevivieron a las distintas crisis económicas y financieras de los últimos años.

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