Buenos Aires.- A pesar del aumento de tarifas, los números no cierran, dicen los trabajadores. Las cooperativas eléctricas de los pueblos que rodean a Junín pasan por uno de los peores momentos en los últimos años. Según algunos de los trabajadores de esos organismos de servicio de Morse y Agustín Roca, los números muestran balances en rojos y hay mucha preocupación por lo que pueda pasar en el futuro.
La cuestión económica es la que más preocupa y en ese sentido la mirada está puesta en el aumento en los costos. Para eso, desde abril que hubo una suba mensual de 4,50 pesos en promedio por medidor.
“No dan los números. Tenemos el margen de ganancias que teníamos hace 10 años. Estamos cobrando lo mismo que a fines de los 90”, dijo Néstor Higueras, de la Cooperativa Eléctrica y de Servicios de Morse.
La estructura de la cooperativa, que cuenta con cinco empleados y brinda servicios de sepelio, ortopedia, gas y electricidad, entre otros, está en peligro. “El servicio de gas es muy caro para nuestra cooperativa. No es rentable, pero es por el bienestar de la gente”, terminó.
En la cooperativa de Agustín Roca, pueblo que cumplió 120 años esta semana, la situación es parecida. “Con el congelamiento desde 2001 de las tarifas a nivel residencial y unos pocos retoques para lo comercial o rural, estamos muy perjudicados.
