Otra Yerba

17-11-2003

Al margen de la notoriedad que los grandes medios de comunicación prestan a determinados fenómenos o acontecimientos sociales, en el noreste de nuestro país existe desde hace más de treinta años el Movimiento Agrario de Misiones (MAM). Este movimiento, que debe su origen a la lucha por la defensa de los pequeños productores, no piensa sólo en aumentar la rentabilidad económica, también cree en la posibilidad de desarrollar nuevas relaciones sociales fundadas en la solidaridad.

El Movimiento Agrario de Misiones fue creado en el año 1971, y por entonces su objetivo principal estuvo centrado en la defensa de los precios que obtenían los trabajadores de la yerba por su producto. Pero al poco tiempo tomaron conciencia de la profundidad del problema y comenzaron a vincularse con otras organizaciones sociales y gremiales hasta convertirse en un movimiento que en toda Misiones contaba con doce mil participantes. De la inicial lucha por los precios se transitó hacia una concepción integral de la situación que incluía el derecho al trabajo, a la tierra, la salud y la promoción de la mujer. A partir de 1976 las cosas se complican, el saldo de la dictadura para el MAM fue uno de sus miembros asesinado, tres desaparecidos y una buena cantidad de exiliados, además de su virtual desarticulación.

Hacia 1983, es decir con la reapertura democrática, el movimiento inicia las tareas de reagrupamiento que le llevarán muchos años, procurando siempre la defensa de los pequeños productores de la yerba, el tabaco y el té, pero profundizando la lucha para la obtención de tierras y procurando la diversidad en la producción de otros alimentos más rentables.

Más palos en la rueda

A mediados de los '90 la situación vuelve a complicarse con el proceso de desregulación impulsado por el gobierno de Menem y Cavallo, y como bien saben los misioneros, la ley de la selva siempre tiene como consecuencia que los más grandes se coman a los más chicos. Los grandes productores yerbateros consiguen adueñarse de todo el circuito, plantaciones, secaderos, molinos y comercialización de la yerba.

La concentración de las riquezas y las tierras en manos de unos pocos plantean al MAM un nuevo desafío, es así como a partir de 1995 se promueve el desarrollo de las "ferias francas" como lugar en donde se lleva a cabo un contacto directo entre productores y consumidores sin intermediación de ningún tipo. Paralelamente, se estimula la producción y comercialización alternativa de la yerba Titrayjú. A primera vista parece un nombre guaraní, pero es la conjunción de tres palabras que definen el espíritu del Movimiento Agrario de Misiones: TIerra, TRAbajo Y JUsticia. Como explica Miguel Ángel Rodríguez (encargado de las ventas en Buenos Aires), "la comercialización de Titrayjú es una decisión política, nos sirve para traer esta provincia la problemática de exclusión y marginación del pequeño productor yerbatero".

Suscribite al newsletter

COLSECOR Noticias

* no spam