Ong ayuda a ingresar a la universidad

06-06-2008

Asterisco es la organización que integran alumnos y egresados de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba y que colabora con otros chicos en el ingreso a la facultad.

“Con solo mirar al costado uno se da cuenta que existe una clara desigualdad en la gente que ingresa a la facultad. Están bien marcadas la edades, entre 18 y 30, y la mayoría no trabaja”, explica Mariana Manzo, abogada e integrante de Asterisco, sobre la inquietud que los movilizó para unirse y formar esta organización que definen como una suerte de extensión del vínculo con la sociedad y del rol que debe cumplir la universidad en la formación de los ciudadanos.

  

Primeros pasos

De Pablo Sánchez, actual presidente de la Ong, vino la idea de armar un programa que permitiera brindar algunas herramientas esenciales para que algunos jóvenes tuvieran la opción de acceder a estudios superiores . “Él venía trabajando en algunos barrios de sectores postergados a través de un proyecto de alfabetización”, explica Exequiel Vergara. Y fue a través de estas actividades donde se detectó la demanda, en ciertos grupos de jóvenes, de acceder a la universidad concluidos los estudios secundarios y que esto no se estaba concretando y provocaba por lo tanto grandes frustraciones.

“Por ahí la cosa pasa, a veces, por un simple acceso a la información de cuándo hay que inscribirse, como se prepara una materia, como se accede a los libros o cuáles son los requisitos mínimos para ingresar a la universidad”, nos dice Lucas Lehtinen.

Las reuniones del grupo de estudiantes con los posibles destinatarios del proyecto comenzaron a mediados de 2007 en el barrio donde Pablo había estado trabajando. Este vínculo previo, generado a partir del programa de alfabetización, “aportó mucho - dice Mariana -. Nos invitaban a tomar mate, intercambiábamos experiencias, nos encontrábamos con cosas en común. Por ejemplo, que las chicas tenían muchísimos miedos al plantearse qué era la universidad y recuerdo que también había tenido miedo al enfrentarme a esa situación, pero tal vez miedos más marcados por cuestiones culturales, como por ejemplo, miedo a  ser observadas”.

 

Empezar de cero

Del contacto con los chicos, “vimos que la mayoría necesitaba orientación sobre qué estudiar”, dice Mariana. El test vocacional fue lo primero y ahí surgió que casi ninguno conocía opciones educativas, que el secundario nada había aportado en este sentido.

A partir del mes de enero, comenzó el trabajo más específico con los seis jóvenes que habían elegido ingresar a Abogacía preparándolos para el primer examen.

 

 

Lo que quedó de la primera experiencia es “una gran satisfacción”, dice Exequiel. El desafío puntual es “como mantener a los ingresantes en la institución y que no se produzcan deserciones”, agrega Lucas y se apresura dejar en claro que “lo nuestro está propuesto desde un paradigma de construcción, de guía. No tenemos un carácter asistencialista, no somos un aparato político ni una academia para ingreso. Nuestro objetivo es más profundo. Queremos que valoren el hecho de ser universitarios y el rol a futuro que deberán cumplir. Para ser sincero, no podríamos hacer esto si estuviéramos en una universidad privada”.

Finalmente, los chicos reconocen la necesidad de la participación interdisciplinaria para desarrollar acabadamente el proyecto de Asterisco, que ya hay situaciones que deben ser abordadas, por ejemplo, por gabinetes psicológicos.

 

 

 

Contacto: [email protected]

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