Nuevos horizontes en Las Varillas

20-12-2005

La fábrica cordobesa de tractores Pauny-Zanello, de cuya quiebra se hicieron cargo hace cinco años sus obreros, personal jerárquico y concesionarios, vivió esta semana un momento de gloria: la presentación de un moderno vehículo con el que proyectan competir en primer nivel.

El Rino 3000 hizo su ingreso en el pabellón Amarillo del Complejo Ferial Córdoba piloteado por el corredor de fórmula 3 internacional José María "Pechito" López, hijo del vicepresidente de la compañía de Las Varillas, en esta provincia.

La empresa, a la que el gobierno nacional le ha concedido el reconocimiento de terminal automotriz (la única de capitales argentinos hoy en día), participa de los acuerdos suscriptos entre los presidentes de la Argentina y Venezuela, que incluyen la exportación de maquinaria agrícola desde nuestro país.

Tecnología de punta

El Rino 3000 posee tecnología y prestaciones de punta. Su nombre es una abreviatura de rinoceronte -símbolo de los tractores varillenses- y el número 3000 hace referencia a la cantidad de tractores de distintos modelos que han salido de la planta desde 2002.

La potencia de la unidad es de 180 caballos. Su precio, "muy competitivo", aseguran sus fabricantes. Los planes de expansión de la empresa obligan a ampliaciones, en las cuales se invertirán 2 millones de dólares.

Un poco de historia

La metalúrgica, ubicada en la ciudad de Las Varillas de la provincia de Córdoba, es una fábrica reactivada en el 2002 a partir de la alianza de una cooperativa de trabajadores, un conjunto de concesionarios, ex gerentes y autoridades que representan al municipio local. La empresa, había quebrado en el 2000 dejando a varias familias de la comunidad sin sustento. Hoy, además de promover un modelo único en el país de propiedad mixta (privada y pública), Pauny puede intervenir en el rubro automotriz.

Industrias Zanello había surgido en los primeros años de la década del cincuenta cuando Don Pedro Zanello se instaló en el entonces pueblo cordobés de Las Varillas con una herrería. Los noventa no favorecieron a esta empresa y, en el 2001, se declaró en quiebra.

En un principio, la fábrica fue tomada y recuperada por una cooperativa de trabajadores a la que luego se sumaron una red de concesionarios, algunos gerentes de la ex firma y miembros del municipio local.

Finalmente hoy, la fábrica ha recobrado la importancia de antaño y logró conformar un modelo mixto, donde la alianza de sectores es fundamento de su desarrollo.

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