La donación regular y voluntaria de sangre es el mayor reclamo que levantan las banderas cada 14 junio explicando que dar sangre, es dar vida. La frase, que a veces parece convertirse sólo en un slogan de campaña, es tan cierta como la vida misma. Sólo quienes han tenido que peregrinar buscando personas que donen sangre “en pie” para algún familiar cercano que debió ser intervenido o necesita una transfusión pueden entender el sentido de estas palabras.
“Existe una necesidad constante de donaciones regulares, ya que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable”, explica el médico Enrique Tolcachier de la Fundación Banco de Sangre de Córdoba.
Desde 1995 cerca de 14 cooperativas de servicios públicos cordobesas dieron inicio al servicio de los Bancos de Sangre en sus localidades, impulsados por la Federación de Cooperativa Eléctricas de Córdoba (Fecescor).
En estos 15 años, la situación de los bancos de sangre ha permitido solucionar muchos de los problemas vinculados a la provisión de sangre, pero también ha servido esta experiencia para encarar cambios en el sistema.
“El mayor inconveniente es la voluntad de los adherentes a ser donantes, no hay una clara conciencia de esto”, resalta Castillo. “Por ahí nos encontramos con que el servicio está, a la hora de requerirlo todo el mundo lo goza, pero al ser convocados para donar al sistema la gente no es tan cumplidora. Hay que trabajar en esto y generar conciencia”, dijo el presidente de Fecescor.
Si uno está dispuesto a ser parte del sistema adhiriendo a un banco de sangre, “también tenemos que tener la misma predisposición para ser donantes”, resalta Luis Castillo.
Una familia puede adherir al servicio Solidario por una cuota mínima por grupo familiar y disponerlo cuando lo requiera. Desde Fecescor, apuntan a masificar e integrar el sistema en la provincia, a través de la regionalización de los bancos de sangre, para bajar los costos. Como ejemplo, Castillo dijo que en una localidad de 10 mil habitantes, se estima una cuota por familia de $20. A partir del convenio firmado con la Fundación Banco de Sangre, ese monto se reduce a $ 2,80.
Los Bancos de Sangre Solidarios sirven para evitar la búsqueda irracional del donante que concurre en cierta manera compulsivamente a dar sangre, por un servicio que busca eficazmente encarar la problemática con adherentes y que donen periódica y voluntariamente sangre.
