Nemirosvsci trabaja en la reforma de la ley de Radiodifusión

22-03-2006

El borrador del proyecto está casi listo, asegura Osvaldo Nemirovsci, diputado del Frente para la Victoria y presidente de la Comisión de Comunicación de la cámara baja. Y sostiene que cuenta con el respaldo del Gobierno para que, durante este año, comience a ser tratado en el Congreso. Tras 26 años, la Ley de Radiodifusión (22.285), sancionada por la última dictadura militar, puede estar dando sus últimos pasos.

Nemirovsci adelantó algunos de los principios generales de la propuesta que presentará en audiencias públicas, si se cumplen los plazos estimados, antes de que termine marzo.

Ésta distinguirá tres modelos de gestión de la radiodifusión: estatal, privado con fines de lucro y privado sin fines de lucro. Y definirá al espectro radioeléctrico como una "construcción social del pueblo argentino".

Además, creará un nuevo organismo de aplicación, la Comisión Federal de Radiodifusión, que tendrá a su cargo, entre otras funciones, la definición del Plan Técnico, hoy en manos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNC).

 

Sin embargo, el diputado señaló que "lo demás, lo que hace a artículos vitales como multiplicidad de licencias, publicidad, contenidos, Sistema Nacional de Medios Públicos y audiencia potencial", deberá confrontarse con la realidad del mercado en las audiencias que se realizarán en Viedma, Posadas, Mar del Plata, San Luis, Mendoza y Buenos Aires. Según Nemirovsci, su vocación es buscar un equilibrio entre todos los actores involucrados.

 

¿En qué estado está el proyecto?

El proyecto está en la etapa casi de la hechura final. Me parece que en poco tiempo más vamos a poder presentarlo ya en algunas audiencias públicas que estamos convocando para discutir con los actores protagónicos del mundo de la radiodifusión las posibilidades de que este año haya una ley que reemplace a la 22.285. Esta ley del año '80 es una mora insostenible para la democracia y una vergüenza para el Parlamento. Así que este año calculo que vamos a tener, por lo menos, la ley hecha por nosotros.

¿La ley ya sancionada?

No, no. El proyecto. Porque, después, hay que subsumirlo en la mirada de 257 diputados. Pero también porque es una ley tan importante que se debe discutir en estas audiencias públicas que vamos a hacer en Posadas, Mar del Plata, Viedma, San Luis, Mendoza y Buenos Aires, a partir del mes que viene [por marzo], probablemente. Queremos incorporar opiniones, enriquecer la redacción de la norma y sobre todo debatir con la gente que tiene que ver con la radiodifusión. Los que más saben son ellos.

 

¿Cuáles son los puntos que ya están definidos, consensuados, que tienen grandes probabilidades de terminar en ese proyecto?

Bueno, no hay puntos consensuados, porque en realidad recién cuando tengamos el borrador final vamos a poder empezar a consensuar con algunos sectores. Lo que hay son miradas del Legislador. Lo que trato de poner en la ley son dos o tres cuestiones generales. Después, lo demás, lo que hace a artículos vitales de la ley como multiplicidad de licencias, publicidad, contenidos, Sistema Nacional de Medios Públicos, audiencia potencial, no es tanto la impronta ideológica y filosófica [que uno quiera ponerle] sino la impronta de la realidad de un mercado. Si yo digo "cada persona física o jurídica podrá tener ocho licencias, o diez o doce o catorce"... son números. Con lo cual tengo que discutir cuál es el número final que queda o la cantidad de minutos por hora de publicidad que pueden tener las señales abiertas o las sonoras o las de vinculación física, como el cable. Son números. Eso lo voy a discutir, lo voy a consensuar y voy a buscar el equilibrio. Lo que yo quiero es poner tres o cuatro definiciones de carácter filosófico o ideológico que tengan que ver con el andarivel de este gobierno. Por ejemplo, es una ley que va a tener en su articulado una clara definición por la defensa de los derechos humanos y por la cultura regional de la Argentina, con una mirada federal; es una ley que va a defender los contenidos nacionales, de la mano de obra, la capacitación y la fuente de trabajo nacionales; es una ley que, seguramente, ante lo que hay va a ser mejor. Ante este verdadero mercado persa de decretos, normas, resoluciones y ley que rigen hoy la radiodifusión, cualquier cosa que hagamos va a ser mejor. Es una ley que va a tratar de cumplir con la mirada que tiene la famosa coalición por una nueva ley de radiodifusión en democracia, que tiene 21 puntos [www.coalicion.org.ar], de los cuales nosotros vamos a tomar la mayoría. Y es una ley que va a tratar de contemplar también posiciones de mercado, [pero] entendiendo que la radiodifusión es mucho más que un espacio de mercado. Estas son cinco o seis decisiones generales.

 

¿Se va a ocupar la ley de esa especie de limbo legal que son los PPP?

El PPP es una definición normativa del Comfer. Nosotros no hemos cerrado la ley todavía. En algún momento estuvimos tentados a incluir algún artículo que refiera a los PPP, en función de darle certeza y previsibilidad a los radiodifusores que estaban amparados por los Permisos Precarios y Provisorios. No es que lo descarte, pero en principio me parece que sería en exceso reglamentarista para una norma de tal categoría como la Ley de Radiodifusión. Lo que sí vamos a fijar en la ley es el pase a la competencia jurisdiccional de la Comisión Federal de Radiodifusión (así se va a llamar el órgano de aplicación de la ley), de la construcción del plan técnico, que hoy está en manos de la Comisión Nacional de Comunicaciones. ¿Por qué digo esto? Porque me parece que hay que tener una visión integral sobre las definiciones sobre el plan técnico y la voluntad de modelar un sistema de radiodifusión. No es neutro el plan técnico. Uno tiene más o menos potencia y hace una ecuación de acuerdo a la norma técnica que vaya definiendo. Esto tiene que ver con que seguramente habrá más frecuencias para democratizar y distribuir el espectro. Y al haber más frecuencias, probablemente, muchos actores con muchas zonas de conflicto, zonas en donde los PPP no encuentran su satisfacción, la van a encontrar.

¿Cómo van a funcionar las audiencias públicas? ¿Qué nivel de decisión van a tener?

Son consultivas por naturaleza. De acuerdo a la Constitución, más allá de que a mí me satisfaga o no, "el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes". Lo que pasa es que los representantes pueden escuchar al pueblo o no. Nosotros en la audiencia pública lo vamos a escuchar. Yo hice ya varias sobre el Sistema Nacional de Medios Públicos y sobre la regulación del correo electrónico y en ambos casos incorporo la mirada de las opiniones vertidas ahí. Yo sostengo que la radiodifusión es mucho más que un espacio de mercado, pero eso no quita que me siente con los gestionarios privados de radiodifusión, que son el mercado, y que entienda las razones que tienen para también ellos pedir previsibilidad, certeza y garantía a sus inversiones. Tiene que haber un espectro para todos. Para las radios de gestión autónoma como las universitarias, para las radios sin fines de lucro como las mutualistas, cooperativistas, religiosas (que no la tengan), comunitarias, provinciales, municipales, y también tiene que haber espacio para el sistema estatal. Cada uno tendrá reserva de espectro. No se puede entender un espectro que esté cooptado por una sola expresión del modelo de radiodifusión, sea por lo que creen en el mercado o por los que no creen en el mercado. Como parte del estado, lo que tengo que hacer es equilibrar desigualdades que pueden surgir en el espectro radioeléctrico.

 

¿Va a haber distribución de bandas según el tipo de radio? Por ejemplo, que las radios comunitarias se instalen en determinada franja del espectro.

Modificación de la distribución de bandas tiene que haber necesariamente. Pero yo no parto de creer que a las radios comunitarias, por ejemplo, hay que darles las ecuaciones de menor potencia. Cada uno tendrá en el lugar que corresponde lo que corresponde. No hay que condenar ni al sistema de medios públicos, ni a las radios no comerciales al rincón del aburrimiento. Y esto es lo que vamos a tratar de intentar con la ley.

 

¿Qué ocurrirá con las condiciones que tienen las cooperativas de servicios públicos para acceder a licencias?

Las empresas de servicios públicos que no son de capital social (como sí lo son las cooperativas) tienen prohibido tener licencias de radiodifusión. Las cooperativas tienen condiciones: donde no haya prestador pueden estar; donde haya prestador, no. Yo impulsé la modificación del artículo 45 que abría el espectro a quienes estaban prohibidos y lo celebramos junto a las cooperativas, como FECOTEL, que es el nucleamiento más grande de cooperativas de telecomunicaciones. Nosotros [los diputados] lo sacamos sin ningún tipo de condicionamiento. Pero debo reconocer que, del Senado, vuelve con este ligero condicionamiento. La realidad es que pueden tener licencia los que antes no podían. No solamente las cooperativas, también mutuales, sindicatos, colegios... Ahora pueden tener licencias. Y las cooperativas de servicios públicos, en algunas condiciones, también pueden. Las empresas de servicios públicos, sean de capital social o sean privadas, y más allá de mi simpatía por el sector, tienen ventajas comparativas a la hora de brindar servicios de radiodifusión. Porque han amortizado una estructura de prestación de servicios (ductos, cables, lo que fuera), en virtud de recursos logrados no con la radiodifusión. Una cooperativa, por ejemplo, que vende distribución de energía hace cuarenta años, hace cuarenta años que ya tiene los cables y los postes, y con ello ya los pagó. Entonces, tiene ventajas a la hora de distribuir, por ejemplo, televisión por vinculación física. Me parece que no deja de ser razonable una mirada detenida en eso. Creo que las cooperativas lo aceptaron.

 

¿Hubo muchas presiones durante la elaboración del proyecto? 

El que representa al estado recibe siempre presiones de los interesados en cada área. El tema está en si uno siente el apoyo de un gobierno que banca esto, en términos de decir "hagan la ley". Vamos a hacer la ley y en esta dirección. Aparte, no todas las presiones son malas. Acá no viene nadie a amenazarme, pero me imagino que todos quieren estar bien dentro de la ley. Son presiones lógicas. No todo el mundo pone urbanidad y buenas costumbres, pero tampoco nadie se excede en demasía. Pero ahora tenemos un gobierno que banca esto. Por ahí a lo largo de veinte años hubo gobiernos que flaqueaban a la hora de enfrentar intereses determinados. Los empresarios de medios son inteligentes y saben que hay cosas que se pueden sostener y cosas que no se pueden sostener. No quiero caer en frases épicas, pero se viene incontenible la democratización informativa en todo el mundo.

 

¿Va a haber novedades respecto a la digitalización?

No, en la ley no, porque ahí me parece que la Ley de Telecomunicaciones puede opinar sobre el tema. En radio ya está funcionando la digitalización bastante bien. Ahí no hay discusión de norma. Lo que sí me parece que habría que discutir (aunque no lo voy a poner en la ley) es que algunos creen que la digitalización es mejorar lo analógico con alta definición. Y yo creo que la digitalización es perfeccionar la bidireccionalidad y tener más interacción entre el emisor y el receptor. Yo reconozco que una compresión de canales para que entren más en una sola señal (cuatro, por ahí) mejoraría la posibilidad de distribuir canales y de participación. Me gustaría discutir eso.

 

Fuente: Radioguiaeter.com.ar

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