MÁS DE 30 MIL RAZONES PARA CELEBRAR

01-07-2016

Las cooperativas en el país representan un sector dinámico localizado sobre todo en las economías regionales, llegando a ostentar el 10 por ciento del PBI nacional, un dato relevante para tratar de comprender el rol que asumen en el actual escenario político y económico nacional.

Según las estadísticas del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) - el organismo nacional responsable del control y el fomento del sector de la economía solidaria - en 2014 el país registraba 30.938 cooperativas en actividad en un amplio abanico de rubros como crédito, vivienda, trabajo, servicios públicos, consumo y agro.

La historia del sector cooperativo en Argentina se remonta unos 140 años atrás con las primeras experiencias en las últimas décadas del siglo XIX, vinculadas a las corrientes migratorias europeas que llegaron al país. Como describe Daniel Plotinsky (*) en un escrito sobre los orígenes del cooperativismo nacional, “eran organizaciones comunitarias agrupadas por colectividades, fe religiosa o actividades que les servían a los inmigrantes para agruparse, mantener viva su cultura de origen, representarlos ante el Estado y brindarle acceso a servicios sociales y educativos”.

La consolidación del sector, señala Plotinsky, se da con la sanción de la primera Ley de Cooperativas (1926) que sirvió para encuadrar a las entidades existentes y dejar de lado aquellas que no respondían a los principios rochdaleanos.

La referencia más antigua de una cooperativa encontrada hasta hora en Argentina es la Asociación Panadería del Pueblo, fundada en 1857 en Paraná (Entre Ríos). En el medio se dieron una serie de “ensayos cooperativos que se cierran con la creación El Hogar Obrero (1905)” que promovió las cooperativas de consumo.

En este recorrido histórico, también tuvieron un papel central las cooperativas agrarias, como la pionera El Progreso Agrícola de Pigüé (1898) que aún continúa operando, el Banco Popular Argentino (1827) y la experiencia fundacional del cooperativismo eléctrico con la Sociedad Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica e Industrias Anexas de Punta Alta (Buenos Aires, 1927), que se desarrolló en zonas donde los sectores lucrativos no hacían inversiones porque la renta no era la que pretendían o porque no eran parte de la agenda del Estado Nacional.

En poco más de un siglo, el cooperativismo se consolidó como un actor económico y social, con gobiernos que entendieron que darle apoyo al sector traía progreso. Pero también hubo momentos con políticas públicas esquivas al interés cooperativo como el régimen dictatorial del 76, que promovió leyes que afectaron la existencia de las entidades, y el posterior olvido de la doctrina en la etapa neoliberal.

La crisis del 2001 trajo el resurgimiento de las cooperativas de trabajo como figura de las empresas recuperadas.

Desafíos de hoy

Cada nueva conmemoración internacional de las cooperativas es un espacio abierto a la reflexión. Bajo esta premisa, entrevistamos a referentes del cooperativismo nacional.

En palabras del presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativas (IMFC), Edgardo Form, “es un momento de balance pero también de desafíos que debe afrontar nuestro movimiento en el marco de realidades cambiantes que se presentan a partir de las nuevas autoridades”.

Por su parte, Gisela Wild - vicepresidenta de la Cooperativa de Energía Eléctrica de Ibarlucea (Santa Fe) y miembro del Comité de Equidad de Género de Cooperar - sostiene que “el desafío de la celebración pasa por trascender a los propios cooperativistas”.

El presente de las cooperativas, en especial en los pueblos donde brindan servicios esenciales, “es de gran protagonismo, pero falta visibilidad”, afirma Wild. “Como siempre decimos, es necesario plantear que esta suerte de presencia natural de las cooperativas en las localidades tiene una doctrina que las acompaña. Creo que si pudiéramos extender el modelo habría mayor justicia y equidad en términos económicos”.

Gabriela Buffa, referente de la juventud cooperativista, considera que “esta fecha internacional es una oportunidad para acercarse más a la comunidad, en el marco de una celebración que lleva ya varias décadas pero que todavía tiene que hacerse un poco más protagonista en los medios”.

Para Ariel Guarco, presidente de Cooperar, mundialmente hoy “el cooperativismo aporta una mirada crítica ante un mundo donde la especulación financiera, que pone al capital sobre las personas, ha llevado a incrementar la violencia y la exclusión. Entre los grandes desafíos, el cooperativismo puede ser un constructor de un mundo sustentable, de un mundo en paz, en el cual se ponga como centro al ser humano.”

El discurso de la visibilidad

Cuando en 2012 la ONU declaró el Año Internacional de la Cooperativas, la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) fijó ese mismo año el Plan de la Década Cooperativa donde estableció, entre sus prioridades, la necesidad de lograr una “mayor visibilidad del sector”. Desde entonces, gran parte de la dirigencia local ha venido trabajando en esta idea que se ha impuesto como parte de la lógica discursiva.

“Lo fundamental es lograr presencia en los espacios donde se deciden temas estratégicos como las formas de producción para los próximos 20 años y saber a qué le van a dar prioridad”, opina Ariel Guarco en función de su experiencia en ámbitos internacionales.

Una mayor exposición, en términos de “mayor visibilidad”, trae aparejado más incidencia en la elaboración de las políticas públicas que contribuyan al fomento del sector cooperativo, sostiene Edgardo Form. “La clave para poder incidir en las instancias donde se toman las decisiones de fondo de la economía y para la sociedad en general es la integración, no solo institucional sino operativa”.

Para avanzar en este punto, el presidente de IMFC - que también fue diputado de la Legislatura porteña por el Partido Solidario (2001-2015) - señala la necesidad de “cambios en las conductas de algunos elencos dirigenciales que si bien conducen con eficiencia sus cooperativas, no están dispuestos a dar el paso que permita concretar esa integración. Creo que tenemos encarar con firmeza e inteligencia la gravitación en el diseño económico y político de Argentina. Si se quieren modificar leyes hay que actuar donde esto se resuelve, en el parlamento”

Gisela Wild coincide en el diagnóstico sobre “la baja incidencia política del sector”, teniendo en cuenta su participación en el PBI nacional. “Creo que todavía persiste cierto prejuicio a involucrarse en cuestiones políticas, se confunde lo político con lo partidario generando temores en algunas instituciones. Por otro lado, creo que hay falta de tiempo y formación en la dirigencia. Este creo es uno de los grandes desafíos que tenemos”, explica la dirigente santafesina.

Las cooperativas frente al (des)empleo

Las cifras de la situación del empleo en el país son un tema central en la agenda nacional. Ante la falta de información oficial, fuentes alternativas de sindicatos, confederaciones empresarias y consultores calculan que el empleo ha bajado y las personas que no tienen trabajo están entre 80 y 140 mil hasta abril de este año, según explican desde el medio digital Chequeado.com.

Con un escenario internacional también incierto en cuanto a los niveles de empleo y precarización del trabajo, “las cooperativas han demostrado tener más capacidad de resguardar el trabajo en épocas de crisis”, sostiene la Organización Internacional de Cooperativas de Producción (Cicopa) en un estudio sobre 74 países presentado en el año 2014.

“La gran diferencia es que en las cooperativas cuando se tata de maximizar el beneficio, el ajuste no pasa por las personas ni por la precarización del empleo. Siempre hay otras variables que requieren más creatividad y esfuerzo”, dice el presidente de Cooperar, Ariel Guarco.

Si bien se indica que la mitad de la población del país está vinculada directa o indirectamente a una cooperativa, las estadísticas son escasas. Algunas muestras señalan que “este tipo de empresa fue responsable de recuperar medio millón de puestos laborales luego de la crisis de comienzos de siglo” (Fuente: Cooperar). Sobre una muestra de 100 cooperativas de servicios públicos relevada en 2016, se estima un promedio de 48 empleados por entidad (Fuente: Colsecor)

Como contracara del desempleo y la precarización, Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) difundió meses atrás una declaración a instancias de una reunión del presidente Macri con empresarios donde se les pidió cuidar las fuentes laborales. “Las cooperativas son entidades donde se cuida y dignifica el trabajo”, sostiene la entidad con representación nacional. “Los gobiernos, además de dialogar con el empresariado poderoso tienen la opción de apostar a nuevas formas de organización bajo parámetros de responsabilidad social y eficiencia económica”.

Día de las Cooperativas

La ACI celebró por primera vez el día internacional de las cooperativas en el año 1923. En 1995, 72 años después, la ONU decide celebrar el día internacional de las cooperativas y establece junto con la ACI una misma fecha: el primer sábado de julio. Ambas organizaciones elaboran en conjunto el tema de cada año para la celebración.

Este año, el día de las cooperativas pretende mostrar al mundo la contribución del sector al logro de los objetivos de desarrollo sostenible.

(*) “Orígenes y consolidación del cooperativismo en Argentina”, Revista Idelcoop Nº125 - Marzo de 2015.

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