Los principios cooperativos viajan por el país

19-03-2003

Cachuzo es un artista que hace canto, malambo y refranes, poesía con ademanes, títeres y pasatiempos mágicos. Buscando un tren que lo lleve lejos de la ambición y el egoísmo de sus vecinos se encuentra con Ferrolo, un vendedor que ofrece los productos de su cooperativa. 

Ferrolo cree que los artistas son vagos y no trabajan; Cachuzo descree de las buenas intenciones de las personas que se juntan para “vivir mejor”. 

Cachuzo y Ferrolo son interpretados por Carlos Massolo y Tatalo Muzzin, actores que forman parte de la Cooperativa de Trabajo Artístico La Hormiga Circular, organización que  desde hace quince años recorre sueños y  caminos, cargados con la ilusión de un circo en viaje hacia la función y trabajando siempre en la construcción. 

Al norte de la patagonia, en el alto valle de Río Negro, “los hormigas” tienen su propia sala de teatro.  Allí, En Villa Regina, los principios cooperativos que Cachuzo y Ferrolo divulgan por el país se ponen en práctica:  “Nuestra organización, por ser una cooperativa es democrática” dice Tatalo (Ferrolo), “es democrática en todos los aspectos, hasta en lo estético”. 

La Hormiga Circular no tiene una estética definida, cualquiera de los socios puede presentar un proyecto, se lo discute entre todos, y una vez que es aprobado la cooperativa financia y produce el espectáculo que puede ser de teatro danza, de carácter didáctico, teatro para adultos, café concert, murga, o cualquier genero  que haya sido admintido por la mayoría.

“Los Principios Cooperativos Viajan por Río Negro” fue un proyecto inmediatamente  aceptado por la asamblea cooperativa. Surgió por una propuesta de la Federación de Cooperativas de Río Negro y fue presentado al Consejo Provincial de Educación.

La obra, que se presentó en 72 escuelas de la provincia, es un espectáculo didáctico que busca sensibilizar al alumno y motivar el conocimiento de los principios cooperativos.  Para reforzar el aprendizaje, después de cada función, Massolo y Muzzin entregan un material teórico con la intención de que los docentes profundicen el trabajo en el aula.

Después de recorrer toda su provincia, Cachuzo y Ferrolo se siguieron encontrando por todo el país.  A lo largo de la obra, el artista y el vendedor discuten, dialogan, hablan de principios cooperativos y aclaran sus ideas; Ferrolo reconoce el trabajo de un artista y Cachuzo decide asociarse para “vivir mejor”.  Se alegran cuando sale el arco iris  y siguen trabajando, como las hormigas, en la construcción.

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