La primera reacción fue “de bronca y pena”, describe en un posteo de sus redes sociales la Cooperativa de Energía y Consumo de Ibarlucea. Y la indignación no es menor porque eran las camisetas de los chicos. Todo el equipo de fútbol infantil de las categorías 2010 y 2011 del Club Social y Deportivo de Ibarlucea se quedó sin ropa para jugar.
“Son niños de 8 y 9 años, de familias en su mayoría asociadas a nuestra entidad, quienes juntando los fondos por medio del trabajo colectivo y solidario van afrontando los gastos”, explicaron desde la cooperativa, luego de comunicar la decisión del consejo de administración, que preside Gisela Wild, de asumir el costo de reponer los juegos de camisetas y, además, de convertirse en sponsor oficial de los pibes.
