El porcentaje de la suba que solicitarán todavía es una incógnita, debido a que aún no finalizó la etapa de estudios técnicos a los que está abocada una comisión que se constituyó al efecto, según manifestaron ayer varios directivos de las cooperativas eléctricas. No obstante, se maneja la firme posibilidad de no pedir una tarifa única, sino diferenciada de acuerdo a las necesidades de cada empresa, al menos distinguiendo las que prestan servicios en zonas rurales y las que lo hacen en zonas urbanas. Este año corresponde la discusión quinquenal en audiencia de los términos de los contratos de concesión, incluyendo la redefinición del valor del servicio. Según los plazos previstos, el Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) deberá analizar el pedido y, si no encuentra inconvenientes de forma o de fondo, convocar a la realización de la asamblea; por lo cual la suba de la luz no llegará a las facturas en un corto tiempo, sino seguramente antes de fin de año. La última disposición, que rige desde febrero, contempló un aumento del 10,8%, a pesar de que el pedido -efectuado por la Cooperativa Eléctrica de Concordia- había sido de 27,4%. A pesar de que luego se dispuso un subsidio para el sector, las distribuidoras sostienen que no fue suficiente para solucionar los problemas financieros ocasionados por el atraso tarifario.Además, en el último aumento no se contempló la tarifa rural, que había sido ajustada en 2004 en un 16% y ahora quedará nuevamente sometida a revisión.