prosumidores

Las crisis potencian nuevos valores

MercadoCoop es una organización cooperativa que nació en la pandemia para cubrir necesidades básicas y hoy busca potenciar acciones a partir de nuevos modelos de consumo y producción.

6169
6169
Cecilia Ghiglione Cecilia Ghiglione 15-03-2022

En tiempos de bonanza, cuando una gran mayoría esta cómoda, las transformaciones sociales apenas son perceptibles. El éxito suele ir atado a la adquisición de bienes, a veces poco necesarios, y cada uno alimenta el sistema saciando su individualismo.

Pero cuando hay crisis, cuando lo confortable deja de serlo, se inicia un proceso de ruptura que en principio nos lleva a querer huir de la situación. Los especialistas señalan que después de esa etapa que se caracteriza por el desconcierto, aparece una más resolutiva y esperanzadora, esa que nos deja ver la luz al final del camino.

La experiencia de MercadoCoop Productores + Consumidores, de Capilla del Monte (Córdoba), tiene muchas semejanzas con este proceso de crisis y ruptura, que provoca cambios, sobre todo de valores y actuación.

MercadoCoop es una cooperativa de consumo y producción que nació con el inicio de la pandemia y el aislamiento obligatorio. La situación económica ya era delicada, pero “se profundizó con el corte del turismo, que es la industria más importante que tiene Capilla del Monte”, señala Federico Fumiato, uno de los socios fundadores.

En este contexto, el primer impulso fue la solidaridad ya que “había mucha gente sin ingresos ni sueldos básicos. Entonces comenzamos armando redes barriales para acercar alimentos que conseguíamos donados”.  Pero con el avance de la pandemia, las donaciones encontraron un límite y las necesidades eran mayores.

Las rupturas potencian el cambio y provocan la toma de conciencia, señalan quienes estudian los comportamientos sociales. Los y las que empujaban el carro de la red solidaria en aquel 2020 se plantearon “dar un paso más y buscar nuclear a la mayor cantidad de familias en una red de consumo justa y responsable, donde se pudieran conseguir los alimentos básicos a un menor costo, obviamente en el contexto inflacionario que estábamos viviendo y que continúa”, describe uno de los miembros fundadores de la cooperativa.

“Decidimos armar la cooperativa, presentar los papeles ante el Inaes y recién a fin de 2021 pudimos obtener la matrícula. Se empezó con compras comunitarias con productos de primera necesidad y rápidamente pudimos conseguir dos campos para empezar a producir con lo cual pasamos a la etapa donde los propios productores se pudieron asociar con los consumidores”.

La idea de socios o socias prosumidores comenzó a latir fuerte en la organización.  De repente, todo empezó a ir más rápido y la percepción de construir algo diferente se volvió esperanzadora. La organización comenzó a trabajar la tierra para producir verduras sin pesticidas y a generar una red de distribución semanal y presencia en la feria local.  “Creemos que al ir entrando en la red de consumo se puede ir cambiando también la forma de producir. Tiene esa lógica de poder empezar por el consumo, para seguir con la elaboración de productos y el tercero, la producción. El objetivo es cerrar ese círculo”, dice Federico Fumiato.

“Nos queda como desafía este año completar una canasta básica. Cuando uno piensa en los alimentos agroecológicos, estos tienen un límite. Pero entendemos que hay dos problemas a resolver: la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria. En ese sentido, la seguridad alimentaria requiere que podamos contar con productos que tal vez en una primera instancia no sean de producción agroecológica, pero que puedan llegar de una manera más económica a la gente”.

En estos dos años que lleva MercadoCoop el impacto en la comunidad ha sido muy positivo, señalan desde la cooperativa. La autogestión, las nuevas formas de consumo y la necesidad de cambiar aquello que no gusta fueron consolidando prácticas ciudadanas más activas y nuevas redes.

Una de las claves ha sido “nuclear a personas con una fuerte convicción, compromiso y militancia, que pudieran compartir una visión estratégica y que esto pudiera sostenerse en el tiempo”, pone en valor Federico Fumiato..  Por otro lado, “la posibilidad de producir alimentos, que no estaba como eje central en el proyecto inicial, generó una expectativa muy grande y se pudo vender muchísimo alimento producido en esos campos, algo que parecía inhabilitado en una ciudad que creía depender solamente del turismo. Demostramos que se puede producir alimentos sin pesticidas y que eso puede alimentar a una parte de la población”.

MercadoCoop pone en el centro de la escena la organización entre consumidores y productores apostando por nuevas formas de consumo. Como señala Federico, “hay modelos de cambio de conductas de consumo que no son tan fáciles de modificar. En los momentos de crisis, sobre todo cuando se profundizan, cuando el consumo tradicional ya no es posible simplemente porque no hay dinero circulando, estos proyectos tienen una viabilidad mayor”

Cómo funciona  

MercadoCoop tiene su radio de acción en Capilla del Monte (Córdoba) y otras comunas cercanas donde semanalmente venden la producción propia y de otros productores de la región.

Todavía está integrada por los 10 socios originales, ya que hace pocos meses obtuvieron la matrícula, pero el objetivo es ampliar el activo societario a 1.500 personas.

Suscribite al newsletter

COLSECOR Noticias

* no spam