'Lana sin cenizas”

12-07-2012

La dispersión de las cenizas del volcán Puyehue afectó la cadena productiva de la región y en particular la producción artesanal de tejidos.

El emprendimiento que llevan adelante hace más de 20 años los miembros de la cooperativa Zuem Mapuche, que integran artesanos de pueblos y parajes de la línea sur de Río Negro, se vio seriamente afectado por la ceniza en el inicio del proceso de producción de materia prima, cuentan desde el Programa de Emergencia por la Erupción Volcánica (Proevo). El fenómeno también tuvo efectos negativos en la calidad de la lana vellón y en la escasa comercialización de las prendas, a causa de la poca afluencia turística tras la erupción del volcán.

En este contexto, un grupo de investigadores del Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio de la Universidad Nacional de Río Negro (IIDyPCa,) se vinculó al emprendimiento cooperativo para elaborar líneas de trabajo en forma conjunta e interdisciplinaria. Las tareas propuestas dieron origen al proyecto "Lana sin ceniza, Sustentabilidad de la producción artesanal del pueblo mapuche en las regiones Sur y Andina" como parte del Proevo.

El proyecto integra el emprendimiento que se viene desarrollando en la cooperativa con la investigación que llevan adelante la lingüista Marisa Malvestitti, el historiador Walter Delrío y las antropólogas Claudia Briones y Ana Ramos, mediante la gestión y realización de talleres, espacios de intercambio y estudio destinados a las socias artesanas coordinados por capacitadores junto a los organizadores de la cooperativa, explican desde el Proevo.

LA COOPERATIVA. La tarea principal de Zuem Mapuche (hacer Mapuche) es el tejido manual y su desarrollo comunitario y coparticipativo. Desde este eje central, Malvestitti explica que "Lana sin ceniza" encara dos temas principales: uno, abocado a promocionar y restablecer puntos críticos en la producción de tejidos y otro, vinculado a la identificación cultural Mapuche.

En el emprendimiento cooperativo, la producción y comercialización de tejidos es gestionada de forma autosustentable por las socias, desde su creación en el año 1989, con una importante labor de organización mediante viajes y reuniones periódicas entre sus integrantes. Según Sanmartiniano Painefil, coordinador del centro Bariloche, "es una cooperativa básicamente compuesta por mujeres mapuches que actualmente suma 76 socias activas". Bibiana Curihuala, presidenta de la cooperativa, indicó que las artesanas provienen de las poblaciones de Bariloche, Ingeniero Jacobacci, Comallo, Maquinchao, como los centros más antiguos, además de Pilquiniyeu del Limay, Río Chico, Chacay Huarruca y Mallín Ahogado y con integrantes dispersas en parajes de la Línea Sur. De esta forma, alrededor de 280 familias están vinculadas a la tarea del tejido manual.

Como parte de la expresión de su identidad con la cultura Mapuche, las tejedoras elaboran sus productos de forma íntegramente artesanal. Utilizan lana en vellón que, como explica Ilda Fernández, socia tejedora de Bariloche y tesorera de la cooperativa, "es la primera lana obtenida de la esquila con la que se hace el hilado manual".

"Con la ceniza lo que hemos descubierto ahora es que la lana está seca, no tiene la lanolina que le da grasitud", dijo Ilda, y explicó que estos cambios en la textura de los vellones hacen que el material sea menos manejable para el hilado. Es por esto que el eje productivo del proyecto busca obtener y distribuir lana con esta calidad de limpieza. Para ello, se planificaron instancias de lavado de la materia prima en establecimientos comunitarios y, para facilitar el hilado que se venía realizando con huso, rueca a pedal o rueca eléctrica, se gestionó la compra de 'cardadoras', equipos especializados que permiten mantener el rasgo manual de esta etapa en la producción textil.

Las prendas elaboradas por las artesanas son transportadas para ser vendidas por ellas mismas en Bariloche, en el local de la feria municipal ubicado en calle Moreno. Otro de los puntos de interés para el proyecto es el impulso de la comercialización de los productos. La estrategia a seguir pretende sostener un stock continuo de producción de lana y de tejidos, destinado a mejorar las ventas.

Si bien “Lana sin cenizas” es un proyecto acotado en cuanto a su extensión temporal, constituye una iniciativa que contribuye a sostener la actividad comercial de las artesanas textiles de Zuem Mapuche luego de los efectos del volcán, así como también genera nuevas estrategias en la organización cooperativa y fomenta el fortalecimiento de la identidad cultural que permanece latente en sus participantes.

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