Omar Rincón (Colombia) viene transitando la escena de los medios de comunicación de los últimos 15 años. Periodista, investigador y docente universitario Rincón critica el paradigma de la televisión educativa frente a las “estéticas populares” que deberían primar. “La televisión es entretenimiento”, es su frase predilecta para sintetizar su postura ante las disputas que surgen frente a las nuevas formas de comunicar.
En el marco de la 4ª Jornada de Comunicación y Tv Cooperativa de COLSECOR, que tuvo lugar el pasado 16 de mayo en Córdoba y donde por segundo año integró el panel, Rincón habló de la comunicación transmedia, del uso de las nuevas pantallas y de la necesidad de pensar la TV en términos de los “rituales de la vida real”.
“Tenemos Internet, tenemos celulares, tenemos redes sociales, tenemos televisión on demand, televisión delivery y eso es buenísimo porque implica que hay que comenzar a pensar la televisión en otros términos”, dice Rincón sobre el actual escenario comunicacional. “Pero por el lado pesimista, cuando nosotros vemos televisión no queremos hacer transmedia, ni ser interactivos, ni nada. Cuando uno llega a su casa quiere desconectar el cerebro... Es como que estamos en el optimismo teórico empresarial tecnológico, pero en la vida real nosotros no somos tan interactivos, tan intertextuales ni tan transmedia como nos piden. Entonces estamos ante una coyuntura, nos toca decir que vamos para allá, y es verdad, pero por ahora estamos acá y no sé si vamos a querer cambiar mucho”.
Aunque rescata que las generaciones jóvenes son “más interactivas que nosotros los jurásicos” para Rincón la cuestión pasa “más por los rituales de cada medio”.
“Cuando vemos televisión el ritual es la relajación. Me siento frente al aparato cuando quiero descansar, cuando no quiero ser productivo, cuando no quiero pensar y dejo el cerebro encima de la mesita de noche. Entonces, me parece a mí que la lucha es por los rituales. Si yo quiero luchar contra el ritual de la televisión tengo que proponer un ritual parecido al de la relajación y es el que no hemos logrado”, afirma el especialista.
“El problema es desmitificar todos estos discursos estéticos formales del cine y hacer que los medios y la televisión se parezcan a la vida de la gente. Y en esa medida la gente va a ver en esos espejos un encuentro cercano”, manifestó en relación a la programación que sustentan los medios públicos nacionales. Esta televisión argentina “es muy buena y muy inteligente, pero uno a las 8 de la noche ya no quiere ser inteligente”.
