En el contexto internacional el Día de la Solidaridad se lo conmemora el 31 de agosto, para coincidir con el aniversario del movimiento Solidaridad. Movimiento que se convirtió en un importante impulsor del cambio, no sólo en Polonia, sino también en un contexto más amplio, ya que fue una de las influencias directas a la hora de derribar el muro de Berlín.

A nivel nacional, el Día de la Solidaridad se celebra el 26 de agosto. Esto es en referencia al aniversario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.

Más allá de las versiones, lo importante es que la solidaridad está desempeñando un papel vital en la Argentina de hoy. Una Argentina donde los que menos tienen -para variar- son los más perjudicados y al mismo tiempo los más solidarios con las carencias ajenas.

Como parte de un informe acerca de este tema, les acercamos algunas de las apreciaciones vertidas por dos párrocos de distintas órdenes de Córdoba.

El Padre Guillermo Mariani (diosesano) y el Padre Ángel Rossi ( jesuita).

¿Qué es la solidaridad?

Mariani: “la solidaridad es una gran virtud social siempre que no sea complicidad para que permanezca la injusticia”

Rossi: “es la capacidad de poder escuchar el propio corazón, que siempre nos está reclamando frente al dolor” y agrega “es hacerse cargo de eso, no es un sentimiento es una determinación”

¿Quiénes ayudan?

Mariani: “ la solidaridad ejercida por la gente en este último período, significó unirse para solucionar muchos problemas, con mucha generosidad con mucho sacrificio personal. Ha sido como una especie de despertar”

Rossi: “la gente del pueblo tiene el sentido marcado de ayudarse, con todos sus defectos, tiene una capacidad de gestar medios para ello”.

Reclamos

Mariani: “Debemos unirnos para luchar por la solución de los problemas, reclamando a quienes tiene las llaves de todo lo que es la justicia social”.

Rossi: “a veces llamamos a obras de caridad, pero deberíamos llamarlas obras de justicia, deberíamos llevarlas adelante entre todos, por los ciudadanos y por los responsables de nuestra cuidad y de nuestras entidades sociales”.

La solidaridad no es la solución

Mariani: “hay épocas en las que la limosna y la caridad son un parche absolutamente necesario, pero creo que es absolutamente parcial. Puede incluso convertirse en una complicidad”