Río Ceballos, Córdoba. En los primeros días de febrero las precipitaciones registradas por la Planta Potabilizadora La Quebrada sumaron 158 mm, alcanzando así la media histórica para todo el mes de febrero. Este hecho, en el contexto de la situación de crisis hídrica es sin dudas una buena noticia ya que debido a ello el dique ha recuperado en los últimos días más de 3.30 metros
Sin embargo, trae aparejado un fenómeno que, luego de los incendios que quemaron el 75 % de la Reserva Hídrica La Quebrada, se repite ante cada lluvia: ingresan al dique nutrientes, cenizas y barro que quedan en la superficie del lago y dificultan la potabilización, multiplicando sus costos y afectando el agua que se distribuye. Si bien ésta se encuentra dentro de los parámetros y estándares de calidad, “tiene sabor y olor más intensos que la que usualmente proveemos”, aseguran desde la Cooperativa de Agua de Río Ceballos.
Por tratarse de materia orgánica, estos sedimentos no decantan perjudicando en forma directa la calidad del agua cruda. Una posible solución sería que el nivel del dique llegue al vertedero y de esa manera la materia orgánica de la superficie desbordaría, produciéndose una limpieza natural del mismo.
Para lograr tal objetivo, es necesario no solamente que el ciclo de lluvias continúe, sino además minimizar la extracción de agua del dique La Quebrada. En este sentido, es fundamental la finalización de las obras ya aprobadas por la Provincia para interconectar el sistema La Calera con la ciudad de Río Ceballos, que se encuentran paralizadas desde el mes de Noviembre a la espera del desembolso de los fondos necesarios.
