La Legislatura porteña aprobó la expropiación y ahora Brukman es, oficialmente, de los trabajadores, con un comodato por dos años. Por ahora son los dueños de las máquinas, la marca y los carneros: la norma les exige asociar a todos los empleados de la firma, incluso los que durante estos meses actuaron en contra de este resultado.
¿Cómo vivieron todo este proceso de expropiación?
Con ansiedad, el 17 de octubre fue la quiebra y el 30 de octubre la expropiación. Pasaron muchas cosas, como el hecho de estar impaciente por ingresar a la fábrica, o el hecho de querer llevar nuestro sueldo a casa. La necesidad de trabajar está por sobre todo. La lucha nos llevó muchísimo tiempo que no estaba pensado. Son siete meses que se nos han ido como agua entre las manos. El día de la expropiación en esas pocas horas se resumieron los siete meses de lucha.
¿Contabas que pasaste de ser una trabajadora madre a ser una luchadora, cómo fue este proceso?
Son cambios de 180º. Dejé muchas cosas en el camino para dedicarle a la lucha. El hecho de no conocer un sobrino que nació por ejemplo, el hecho de no compartir muchas cosas con mi hijo adolescente, que por su edad está en un descubrimiento constante. También ahí tengo que enmarcar esta lucha, la veo así, yo como mamá quiero lo mejor para él; hoy por hoy el sistema me lleva a luchar por un futuro mejor para él, mas que nada.
¿Colectivamente que te dejó esta lucha?
La experiencia de luchar por algo en común, por la fuente de trabajo, y por la dignidad de cada uno de nosotros.
¿Esta expropiación que han logrado, es definitiva?
No, es transitoria por dos años, entonces yo remarco, la lucha continúa. No sé si iremos esperar al mes o dos meses o cuanto sea para el objetivo final que es la expropiación definitiva, que es un objetivo no sólo de Brukman, sino del conjunto de las cooperativas.
¿Esta expropiación que es transitoria que significa? ¿De aquí a dos años que puede pasar suponiendo que pueden poner en marcha la fábrica?
Nosotros estamos seguros de poner a producir la fábrica porque ya lo hemos hecho. Hoy por hoy, es a comodato, no pagamos alquiler, pero si a partir del segundo año. Nosotros no vemos por qué debemos hacerlo ya que la patronal estafó y nos debe dinero. Estafó al gobierno y al pueblo en sí. Por eso el objetivo es buscar una expropiación definitiva en el transcurso de los dos años.
Hoy ustedes se han conformado en una cooperativa por una cuestión legal. ¿Siguen peleando por una estatización con el control obrero?
Estatización para el gobierno actual es una mala palabra, así que vamos por la expropiación definitiva. El control obrero continúa, más allá de que le hayamos dado la modalidad de cooperativa. De hecho la asamblea es antiburocrática, cada cual se explaya y puede dar lugar a su pensamiento. El control obrero va a seguir existiendo.
¿Qué te parecen las recorridas que se hacen en el país poniendo en común la lucha de los trabajadores de Brukman y del conjunto de trabajadores que están pasando por una situación similar?
Me hubiese gustado llegar en conjunto a este punto de expropiación, por eso este recorrido por el país y fuera del país también. De hecho hay dos compañeras que están viajando, una en Alemania y la otra en Inglaterra. Así pretendemos que se conozca la situación y atraviese la frontera. La lucha de clases no es sólo en Argentina, no tiene límites la lucha de clases. El objetivo es el mismo, preservar la fuente de trabajo.
¿Cómo ven ustedes desde su situación el tratamiento que le dan a las noticias de las empresas recuperadas y de Brukman en la prensa nacional?
Un poco le dimos difusión y lo llevamos adelante. Después dejamos de estar en la vidriera y se pensó que habíamos abandonado la lucha. Esa situación la remontamos haciendo apariciones, con los maquinazos y tratamos de no estar quietos. Eso te lleva a un mutismo en la sociedad.
¿Se han sentido apoyados por la prensa nacional?
Sacando Canal nueve, que nos da con un caño, el resto fue en general imparcial. De hecho cuando se enteraron de la expropiación el periodista González Oro dijo que la fábrica es del pueblo; y como es del pueblo va a venir a llevarse un traje gratuitamente. Lo estamos esperando, lo vamos a esperar pero lo va a tener que abonar como cualquier cliente que se acerca a Brukman.
¿Tenés alguna anécdota de estas vivencias?
Si, en el primer desalojo surgió una. Habíamos hecho una cantidad de sacos Sport azul marino. Eran encargados desde San Juan. Cuando fuimos a buscar estas prendas nos llevamos la sorpresa de que se los habían llevado los policías. Después en desalojo del 24 de noviembre nos encontramos con que uno de los policías de Civil vestía uno de esos sacos.
