Según reporta Fedecoba, la federación bonaerense que integra a un grupo de cooperativas de servicios públicos de la provincia, las intensas precipitaciones acompañadas de fuertes vientos de las últimas semanas han agravado las condiciones de habitabilidad de los pueblos ubicados sobre el sector noroeste.
Poblaciones como Cañada Seca, Santa Regina, Piedritas, Santa Eleodora, Coronel Charlone, Banderaló y Emilio V. Bunge, por citar algunas, se ven amenazadas por el agua acumulada en la región.
“Las condiciones son tremendas. Se trabaja improvisando, adaptando vehículos, materiales, etc. Hemos perdido incluso la posibilidad de ayudarnos entre cooperativas, ya que todos estamos continuamente ocupados”, sostiene en un comunicado de la Cooperativa de Cañada Seca.
El agua anegada provoca la caída de postes de madera y columnas de hormigón que se descalzan por los terrenos inundados, caminos rurales intransitables y vehículos rotos son apenas algunos de los graves problemas que deben enfrentar las cooperativas de electricidad para mantener el servicio eléctrico a los pobladores y a una amplia zona productiva del norte del distrito.
La gravedad de esta situación ya había sido advertida por los dirigentes de las entidades sociales en noviembre pasado, cuando alertaron a los mandatarios municipales y provinciales sobre la afectación de la actividad de distribución eléctrica ante el “anegamiento de campos, cascos urbanos en peligro y caminos intransitables, factores que se potencian para dificultar una prestación eficiente de los servicios”, ante un fenómeno cuyos daños calificaron “sin precedentes”.
El agua acumulada ha formado una suerte de cuenca cerrada, que por falta de obras hidráulicas no tiene vías de escape y amenaza a las poblaciones.
Fuente: Fedecoba