Córdoba. Las obras llevaron cuatro años y una fuerte inversión, con el objetivo de controlar el grado de contaminación ambiental que se producía por el vuelco de efluentes cloacales a pozos absorbentes.
La inauguración, realizada el 18 de este mes, fue celebrada por las autoridades de la entidad, ya que “constituye una de las obras más importantes tanto por su envergadura como por su significación social”. En este sentido, la red de desagües cloacales previene las enfermedades transmisibles por el agua, evita costos de mantenimiento de los pozos o cámaras sépticas y mejora la calidad de agua subterránea de la zona, al evitar filtraciones a capas profundas.
Unido a esto, se ocupó una superficie de 16 hectáreas con álamos, eucaliptos, sauces y otras especies como cipreses y nogales que se riegan con el agua de los efluentes cloacales ya tratados. De esta forma se logra por un lado, una eliminación ordenada de los efluentes y una producción maderera con alta rentabilidad, especialmente por los volúmenes y la calidad. Desde la entidad explican que los efluentes tratados contienen componentes como fosfatos y nitratos que constituyen nutrientes de alto valor para las plantaciones forestales y su uso potencia en forma marcada la producción, pudiendo las especies de rápido crecimiento incrementar los rendimientos, si se las compara con el riego con aguas normales.
Por otro lado, contar con una superficie de esas características influye positivamente a nivel ambiental. “Un conjunto de árboles con 1.000 m2 de superficie foliar en un día soleado produce diez kilos de materia orgánica para lo que usa 9.000 litros de anhídrido carbónico, evapora 200 litros de agua y libera a la atmósfera 9.000 litros del vital oxígeno, cantidad necesaria para la respiración diaria de 10 hombres. Este dato se puede constituir en el objetivo de una comunidad que lucha por generar el ambiente sano que se merece, restituyendo una parte de elementos vitales que la población utiliza diariamente”- aseguran desde la institución cooperativa.
