Buenos Aires. La Cooperativa de Servicios Públicos de Darregueira (Celda) se encuentra analizando el parámetro de Arsénico del Código Alimentario Argentino (CAA) para el agua destinada a consumo humano que establece un límite de 0,01 mg/l y que deberá cumplirse a partir del año 2012.
Debido a esto y que uno de sus servicios primordiales es la provisión de agua, la entidad decidió adentrarse en el tema para conocer sus propios valores y de esta manera adecuarse a la normativa. “Nos encontramos que el arsénico en el agua puede encontrarse en diferentes grados o valencias y que existe en cuatro estados de oxidación. en general las más comunes para encontrar en los acuíferos subterráneos son la forma pentavalente y la trivalente y que esta última es diez veces más tóxica que la primera, por lo que es necesario que el CAA defina que tipo de arsénico está contemplado en la normativa y el valor de referencia”, aseguró a Sitiocooperativo el gerente de la cooperativa Marcelo Weinberger, quien agregó que “la normativa sólo explicita un límite de 0,01 mg/l y si está hablando de arsénico pentavalente, en regiones con concentraciones elevadas de trivalente (más peligroso) habría un valor muy superior a lo dispuesto. También podría darse el caso inverso ya que si se está hablando del arsénico trivalente y en la región solo hay arsénico pentavalente, esos valores son muy inferiores a lo que marca hoy la norma, considerando que este último elemento es hasta 10 veces menos tóxico”.
Iniciativa local. Por otro lado, de los estudios efectuados por la entidad se desprendió que menos del 7% del total de agua que se consume a nivel general en los centros urbanos, se destina directamente al consumo humano, mientras que el resto se utiliza para lavar la ropa, los platos, en el baño o para regar, entre otros usos. Por este motivo, hace más de un año se lleva adelante una prueba en la cooperativa que consistió en instalar un filtro específico (con sulfato férrico) en la cocina de la institución, que fue utilizado por los 30 empleados para tomar agua y preparar infusiones como mate, café o té. Los resultados arrojaron que recién después de 16 meses de uso se registró un valor de 0,008 mg/l de arsénico en el líquido
“Esta sería una solución para el agua de bebida y para cocción de alimentos a instalar en casas de familia, evitando con ello la construcción de grandes obras para disminuir el arsénico en toda el agua que se distribuye en los pueblos, con la consecuente generación de un residuo que genera un impacto negativo importante en el medio ambiente, degradado así con el tiempo la salud de las personas, que pretendemos proteger”- aseguró el gerente.
A su vez hizo hincapié que utilizando la metodología expresada en el párrafo anterior se disminuye el riesgo del mal funcionamiento ya que cada familia tendría una micro planta purificadora en su domicilio y no habría posibilidad de que se generara un problema general en toda el agua de una comunidad.
“Sostenemos que el agua que se destina a lavar la ropa, limpieza y sanitarios, entre otros, puede continuar como se distribuye normalmente. Nos debemos enfocar en el destinado a consumo humano”, afirmó Weinberger.
Los valores. La entidad realizó análisis de especiación de arsénico tomando muestras tanto a la salida de los pozos como en la red de distribución. Desde Darregueira estiman que los resultados fueron muy satisfactorios ya que si bien se detectó en las muestras el arsénico trivalente, el más peligroso, su contenido es bajo, ya que no se pudo medir con exactitud en los análisis realizados en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
El gerente de la cooperativa remarcó que espera que se realicen los estudios pertinentes para encontrar una pronta solución al tema de la norma del CAA, que tiene en vilo a muchos habitantes tanto de pequeñas localidades como de grandes centros urbanos. Hay que tener en cuenta que son procesos que llevan mucho tiempo porque implican estudios epidemiológicos y análisis detallados para llegar a una conclusión válida. “Para nosotros este tema es central. Destacamos el apoyo que día a día nos brinda el Departamento de Geología de la Universidad Nacional del Sur para continuar con la investigación”.