La historia la dio a conocer el sitio Mi Valle que cubre información regional en el Valle de Paravachasca, en Córdoba.
Sharon Machado tiene 24 años y vive en Villa Parque Santa Ana. Previo a la pandemia, trabajaba en la oficina de una empresa familiar que brinda servicios de TV e Internet en la zona, que con las restricciones en el comienzo del aislamiento tuvo que cerrar la atención al público. Sharon, que llevaba adelante las tareas administrativas desde hace 4 años, no dudó un día en calzarle el casco, los pantalones y las zapatillas para salir a tirar cables.
“Cuando no pudimos abrir más el local, le pregunté a mi jefe si podía salir a las calles a realizar conexiones. Fue en ese momento que empecé a trabajar fuera de la oficina”, cuenta. “La gente me dice que estoy loca”, cuenta del otro lado del teléfono mientras sale por la tarde a realizar tareas de cableado. Ahora que ya volvió a su trabajo administrativo, reparte el día y por la tarde trabaja con la cuadrilla.
La historia de Sharon Machado es una entre tantas marcadas por la pandemia y el reinventarse en estos tiempos. Pero es también el relato de una mujer que asume sola la crianza de sus hijos, que persigue el sueño de la casa propia y anhela un mejor futuro para su familia.
Mientras espera que la convoquen para ingresar a la fuerza policial, un trabajo que su familia lleva por generaciones, “me las rebusco haciendo de todo. Estoy haciendo mi casa y ese es mi objetivo. Tengo una nena que tiene problemas en sus oídos y le tienen que hacer 2 cirugías, para ello tengo que pagar una mutual particular que me sale 7000 pesos por mes para que me cubra las cirugías”.
Sobre su nuevo trabajo, dice que ya no es tan inusual que una mujer realice tareas que antes eran para “los hombres”, pero que en lugares chicos llama la atención. “La gente siempre me hace bromas, me dicen la chica del cable”, dice Sharon.
