En un discurso de fuerte contenido social, el rey Juan Carlos de España destacó en Ginebra, Suiza, que los grandes avances de la ciencia conviven con "el hambre y la miseria" en buena parte del mundo. Un tema para reflexionar en un momento en el que el concepto de exclusión social ya no se refiere sólo a las necesidades básicas sino también a la falta de acceso a la tecnología.
"Las tecnologías de la información son un instrumento de integración, de paz y de concordia", dijo el rey Juan Carlos durante la ceremonia inaugural de Telecom 2003 realizado en Suiza (Ver La Cocina) . En un marco festivo por las buenas perspectivas que vislumbran los empresarios del sector merced a lo que se espera será una explosión de la tecnología inalámbrica y las comunicaciones móviles, el monarca español -con las manos libres, ya que de gobernar se ocupa el presidente José María Aznar, poco afecto a los discursos sociales- puso un toque orignal que mucho tiene que ver con la realidad del sector en América latina. De hecho, unos días antes, el ministro de Educación argentino Daniel Filmus había planteado como desafío para el país el desarrollo de un modelo de "inclusión digital" que apunte a la incorporación de las tecnologías de la información en la escuela no como un juguete más sino como herramienta de igualación social (Ver El Mirador). Una idea que contrasta con algunas decisiones empresariales que, tal vez, constituyan otro toque de realismo. Pero de realismo mágico. Es el caso del último anuncio de Telefónica, empresa española si las hay, que anticipó una reducción de 6.000 puestos de trabajo en América latina de aquí al 2006. La compañía, que ha sentado sus reales en la Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, México y Perú, reducirá sus efectivos de 25.617 a 19.300, según anunciaron oficialmente. Simultáneamente, el grupo anticipó que gastará unos US$ 12.000 millones en pago de dividendos y para recomprar un 7.6 por ciento de sus propias acciones en los tres próximos años, decisión que sus inversores recibieron con beneplácito, porque verán abultadas sus ganancias. La nueva estrategia de la empresa apunta en todo el mundo al fortalecimiento del negocio inalámbrico, pero en América latina parecería focalizarse, al menos por ahora, en ajustar al máximo su estructura para apoyarse en la telefonía fija como principal fuente de recursos. Y, sobre todo, en exprimir al máximo su flujo de caja. No hace falta decir hacia dónde circulará ése flujo, porque ya lo anticipó la propia empresa al anunciar los beneficios para los accionistas. Por lo visto, a pesar del discurso de Juan Carlos, no todos en España piensan de la misma manera.
Recorte de Bloggers, 15 de octubre de 2003.
