La producción de soja es una línea estimulada desde al menos tres años atrás por parte de la Cooperativa de Electricidad de Cainguás entre sus asociados. La iniciativa que concilia intereses de agricultores interesados en diversificar la producción -por una parte- y la atenta disposición de los dirigentes cooperativistas -por la otra- ganó adeptos y actualmente unas 40 familias dispersas en el ámbito municipal están en condiciones de proveer de soja de calidad a la flamante planta procesadora de jugo.
“Porque primero se pensó en sembrar soja para satisfacer las demandas de unidades de producción; como en muchos casos detectamos excedentes, la cooperativa absorbe esas cantidades y así surgió la posibilidad de incorporar esta línea de producción de un complemento alimentario", contó José Alberto Garay, gerente de la entidad.
Acompañados por técnicos especializados en el rubro, los polos sojeros se fueron generando en picadas Libertad, Propaganda, Aeroclub, Paraguay, Lotes 31 y 152, Aguas Blancas; parajes Primavera, Tamanduá y Paraíso. "Producimos con seguridad y entusiasmo", contó Juan Tom.
“Hacer los cursos nos permitió despejar dudas y ahora incorporamos un producto sano, rendidor y muy útil”, agregó Jorge Saulit.
La moderna e higiénica planta procesadora está construida en inmediaciones de la planta potabilizadora de agua y de la antena del canal de TV Cooperativo. Un hermoso edificio de 240 metros cuadrados cubiertos alberga las salas donde trabajan la peladora, trituradora, un enorme tacho de cocción a 95 º de 1200 litros de capacidad, y zarandadora.
El paso siguiente corresponde a la glucosadora -a 65º- una cámara de frío de igual volumen que el tacho preparada para enfriar hasta 20 grados bajo cero completando así el proceso de pasteurización. Luego es el turno de la ensachetadora (en principio se está experimentando con bolsitas de 250 cc, ración "tipo" para cada chico).
Los dirigentes estiman que la planta está preparada para procesar entre 1200 a 2000 litros diarios de jugo. Saldrán con sabores distintos.
Los colonos cotizan sus granos a precio de mercado.
Fuente: Territorio digital
