Desde hace veinticinco años no para de cosechar premios y entre los intérpretes de sus canciones se encuentran músicos de la talla de Astor Piazzola, Mercedes Sosa, Osvaldo Pugliese, Roberto Goyeneche y Jairo.
-¿Cuál fue su primer acercamiento a la música?
-Siendo muy niña. Es lo que se ha quedado más fijo de mi infancia,... haber entrado tan pronto a la música. Eso me lo contaron mis padres, porque con cuatro años no tenía mucha referencia. Pero bueno, en vez de las muñecas elegía los instrumentos musicales. Me volvía loca cuando veía un pianito, aunque fuera de juguete. Entonces mis padres empezaron a espiarme, a ver que pasaba con todo eso, y a ayudarme porque se dieron cuenta que era una vocación de nacimiento. Y esas son las que no hay que quebrar nunca, hay que continuarlas. Después, mi madre fue un puntal muy grande en todo esto, ¡bueno!... empecé a ser profesional a los ocho años.
-¿Influye la realidad del país al momento de componer?
-Fui siempre una gran mirona. A mí me dijeron una vez mirona de calles y de gente y es cierto, porque me importa mucho la gente, me importa mí país. Me gustaría poder reflejarlo aún mejor, en algunas ocasiones lo he hecho, no siempre se puede porque cuando es muy cruel lo que pasa no conviene tampoco desalentar a la gente, obviamente. Siempre hay que dar un mensaje de esperanza, que también lo hago cuando puedo.
-¿Piensa que los artistas se están involucrando un poco más con los problemas sociales?
-Creo que ahora es el momento de hacerlo. Creo que tendríamos que hacerlo todos los argentinos, no sólo los que escribimos, sino a nivel pueblo, con conciencia cívica. Debemos tener la certeza de que estamos en un mundo difícil, globalizado, del cual formamos parte, no la mejor, pero parte al fin. Y que va a ser difícil convivir dentro de todo esto despegando, queriendo crecer y ser nosotros mismos.
-¿Cómo ve las nuevas generaciones de cara al futuro de la Argentina?
-Siempre hay que abrir la puerta hacia el futuro, porque uno ve gente joven tan encantadora, con tanto talento, con tantas ganas. Conozco una integrante de la orquesta de Osvaldo Piro que toca encantadoramente bien y tiene sólo diecinueve años. Y entonces uno piensa cómo se va gestando esa juventud tan talentosa y además tan volcada a lo nuestro, tan buceadora de nuestra identidad a través de la música. Por eso tenés que creer en el futuro... ¡Cómo no vas a creer!
-¿Piensa que el interior del país está asumiendo un mayor protagonismo con relación a Buenos Aires?
-Antes se pensaba mucho con la cabeza central, que siempre fue la capital, y se tragó un poco a éste país. Tengo una canción defendiendo al federalismo que se llama "Buenos Aires y el país", una vez me la pidieron para una tira que salió en Televisión Argentina y decía eso: "Quiero un país entero, un semillero de integridad / Yo quiero un país entero, que no lo quiero por la mitad."
