HISTORIAS ERAN LAS DE ANTES

10-06-2016

Momentos sagrados. Así define la docente María Elena Singh al encuentro de sus alumnos con vecinos del pueblo, esos que se acuerdan de las “historias de antes”.

Momentos imborrables, en que los chicos desembarcaban una tarde en una casa para escuchar, absorber y revivir instantes y creencias de antaño, que se encuentran indelebles en la mente de unos privilegiados. Instantes en los que las luces malas, la observación de la naturaleza y los conocimientos sobre yuyos se convirtieron en los protagonistas indiscutidos.

Se trata de un trabajo que fue realizado por pequeños de cuarto a sexto grado en el período de jornada extendida. Si los chicos preguntaban ¿Cómo sabemos que va a llover?, ahí estaba Don Zárate, de 74 años, que les explicaba que hay muchas formas de saberlo. Una de ellas es “cuando el molino transpira o cuando el perro está de manos y patas hacia arriba, es anuncio de lluvia. Cuando alrededor de un hormiguero, hay como una muralla grande de tierra, anuncia que va a llover más de 90 milímetros y cuando llueve y cuando en los charcos se hacen burbujas grandes, es porque va a llover más de 50 milímetros”.

Se entrevistaron alrededor de 16 personas entre 70 y 90 años y al finalizar el ciclo, los chicos armaron un cuadernillo que hoy está a la venta. Las historias fueron agrupadas según categorías como “yuyos para la salud”, “curaciones del cuerpo”, “lo que trae mala suerte”, “relatos sobre luces”, “ruidos y fantasmas”, “cosas hechas en casa y de antes” e “historias y personajes del pueblo” y para esto ayudó un taller que la docente realizó junto a integrantes de la ONG Relatos del Viento.

Al realizar una evaluación, María Elena Singh explicó que “la experiencia de los chicos fue muy enriquecedora porque en la vorágine actual, muchas veces se pierden esos espacios en los que los pequeños se sientan a escuchar a los más grandes. Favorecer ese encuentro fue muy positivo para las dos generaciones. Cada vez que llegábamos a una casa nos esperaban con fotos, con objetos antiguos o con algo para invitarnos. Fue muy lindo”.

Este trabajo se hizo en el marco de la materia Literatura y Tecnología. “En cada visita ellos tomaban apuntes. Luego trabajaban en grupo complementándose, porque a veces nos contaban muchas cosas a la vez y mientras uno de los chicos registró una anécdota, otro reparó en otra cosa. En algunas oportunidades trabajábamos los escritos colectivamente, realizábamos las correcciones y veíamos dónde poner los puntos y las comas. Luego realizamos un cuadernillo y folletos”, detalló la docente.

La excusa fue la tarea del colegio, pero los momentos compartidos quedarán imborrables, tanto en los pequeños como en los grandes. Juntos, rescataron los saberes de antaño y parte de la historia de Los Cisnes.

Una experiencia inolvidable

Carlos Vilche tiene 71 años y junto a su esposa Cora participaron como entrevistados en este proyecto. Su padre era propietario del “Boliche de Vilche”, que además de ser despensa, era el lugar donde los paisanos se juntaban a tomar unos tragos. Para Carlos fue muy importante colaborar en esta iniciativa para rescatar la historia local “fue sorprendente, porque nunca pensamos que podíamos ser parte de esta iniciativa. Nos conmovió mucho la llegada de los pequeños, nunca imaginamos que íbamos a contar la historia de nuestra vida en ese contexto. Recordamos mucho los tiempos de antes. También fue muy especial porque dos de nuestros nietitos vinieron con el colegio y eso nos llenó de alegría”.

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