La fecha que debería ser un momento lleno de júbilo para el cooperativismo, se ve empañada por el destrato que sufren las entidades por parte de la mayoría de los gobiernos de las provincias de nuestro país al cobrar el impuesto a los ingresos brutos.
“El cobro del gravamen no es otra cosa que negar la esencia de estas entidades, desconociendo el acto cooperativo donde no existe operación de mercado ni fin de lucro”, explica José Néstor Lino, presidente de COLSECOR, y agrega que de esta manera, “hay gobiernos provinciales que no reconocen a las cooperativas”.
Se trata de un reclamo que desde hace tiempo viene realizando COLSECOR. “Nuestra integración elaboró un documento hace más de un año donde se exige la aplicación a favor del sector cooperativo de los principios constitucionales en materia tributaria de igualdad, equidad, realidad económica y el cumplimiento de la Ley de Coparticipación Federal Nº 23.548, que tiene jerarquía constitucional”.
Lino finalizó indicando que “es urgente un adecuado tratamiento tributario para las cooperativas, cuya actividad no es otra cosa que una prolongación de una función asignada por sus asociados que se unen para acceder a los mismos mercados a los que llegan individualmente empresas comerciales”.
