Editorial Revista COLSECOR Diciembre 2018
Más de dos décadas después de la creación de la integración COLSECOR, quienes formamos parte de esta cooperativa de cooperativas hemos decidido dar un paso más en nuestra experiencia de intercooperación, impulsando el nacimiento de este nuevo instrumento organizativo para el desarrollo de la Economía Social: la Fundación COLSECOR.
Este recorrido ha estado lleno de satisfacciones y dificultades, de aciertos y desaciertos, pero se han alcanzado logros claros e importantes. Rasgos caracterizadores de esta trayectoria han sido, por un lado, el desafío cotidiano de crear y apuntalar proyectos que proponen la integración y la planificación estratégica del sector de la comunicación cooperativa y, por otro, el aprendizaje compartido que nos fue brindando la voluntad para una construcción colectiva y la unidad en la acción.
Las asociadas a COLSECOR nos asumimos como parte de una actividad que resulta central en la cimentación de una sociedad más justa, equitativa y solidaria. No producimos bienes materiales, sino que generamos, comercializamos y difundimos bienes culturales y simbólicos que construyen sentidos diversos. Entendemos que la integración es antes que nada una responsabilidad de las cooperativas. Un acto de coherencia con los principios, que nos permite robustecer las condiciones para la defensa de los derechos y los intereses de la ciudadanía desde la Economía Social.
Nos planteamos dos preguntas esenciales: ¿por qué tomar la decisión de avanzar en esta construcción complementaria de integración? ¿Por qué proponernos profundizar la cooperación entre las cooperativas del sector de los servicios públicos, esenciales y comunicacionales? La respuesta amplia es porque compartimos una mirada y un sistema de valores e ideas que atraviesan y dan sentido a las prácticas de las organizaciones solidarias. Avanzamos en este proceso porque tenemos objetivos y horizontes comunes. En definitiva, ponemos en marcha la Fundación COLSECOR porque la experiencia nos ha demostrado la eficacia y eficiencia que se puede lograr si trabajamos en conjunto. En rigor, son los hechos los que materializan y comprueban la realización de los objetivos sociales y culturales y los procedimientos solidarios. Nuestra atención no solo debe estar puesta en las necesidades sino también en las oportunidades.
Estamos convencidos que con la Fundación se consolidará un proceso novedoso en las cooperativas. El surgimiento de esta entidad es un indicador de la confianza germinada entre una diversidad de organizaciones y personas que edifican a diario, un proyecto común, considerando y respetando las singularidades de las entidades. Estamos seguros que con el nuevo proyecto colectivo se va a generar una totalidad de referencias organizativas que se plasmaran en resultados cuantitativa y cualitativamente superiores a la suma de las partes individuales.
La creación de la Fundación es resultante de la identidad colectiva y la capacidad que ha mantenido COLSECOR para la autosustentabilidad económica. Sin ese activo no hubiera sido posible sostener un proyecto económico integrado y tampoco habríamos podido profundizar un proceso de convergencia consolidado de este sector del cooperativismo argentino. Sin embargo, entendemos que el éxito en el ámbito económico no es un fin en sí mismo, sino un medio necesario que nos permite garantizar con eficacia nuestra función social y cultural.
