Entrevistado por Sitiocooperativo, el dirigente cordobés habló de las posibilidades de acceso a la vivienda de la clase media que está al margen de los planes de asistencia del Estado y tampoco califica para la banca privada ni oficial.
¿Quiénes pueden acceder hoy a la vivienda propia?
Hoy pueden acceder los sectores de clase media- alta, que son los que pueden calificar para créditos de banca privada o aquellos que cuentan con un capital para adquirir la vivienda. El sector trabajador o de profesionales jóvenes no califican para las condiciones de la banca. Para dar un panorama sobre la magnitud del problema, realizamos un estudio sobre el déficit habitacional de la provincia de Córdoba en base el último censo del que se desprendió la necesidad de 140.000 viviendas.
¿Qué medidas se toman para paliar ese déficit?
El Estado hoy está asistiendo a los grupos más desprotegidos y a eso no lo discutimos, pero hay otros sectores que por sus aspiraciones buscan un emplazamiento diferente al de los grupos de vivienda masivos y que hoy no pueden acceder a la vivienda propia. Hoy, la clase media está desprotegida, por un lado queda fuera de esos planes y por otro lado no califica para la banca privada. En este sentido es fundamental el aporte del Estado para paliar el déficit habitacional. No en forma de subsidios sino como crédito reintegrable que ayude a las cooperativas a tomar mayor impulso. La vivienda no está tomada como política de estado y nosotros como federación estamos trabajando con todos los partidos políticos, acercándoles las propuestas para que se contemplen medidas a partir del año que viene y empezar así a encontrar una solución. Los partidos nos reciben bien, nos escuchan con mucha atención por la relevancia de la temática…veremos si después las sugerencias son puestas en práctica.
¿Cuál es la realidad de las cooperativas de vivienda en nuestro país?
Los vaivenes de la economía hacen que hoy la gente no confíe en el ahorro previo a largo plazo por montos tan importantes como los de una vivienda. Hay miedo en ese sentido, aunque de a poco comienza a notarse más confianza por parte de la sociedad. En nuestra federación hay alrededor de 80 entidades de todo el país. El sector con el que nosotros trabajamos tiene voluntad y capacidad de pago, de hecho la mayoría se encuentra alquilando, pero le falta la capacidad de ahorro. Las cooperativas socias plantean créditos que contemplan una entrega y lo restante se cubre en cuotas, con un promedio de $2.500. El plazo de entrega de la vivienda es de aproximadamente de tres años. Para lograr esto, muchas veces los adherentes son apoyados por su familia o solicitan préstamos personales. Es interesante resaltar el caso de la provincia de Córdoba, donde se está trabajando en el fondo de garantías, una herramienta que facilitará a las cooperativas operaciones crediticias con instituciones que estén adheridas a la Ley de Entidades Financieras y les permitirá contar con un capital a tasas accesibles para llevar adelante sus proyectos.
