En los primeros días de diciembre Hernando debió ser “desconectada” de la central ubicada en Segunda Usina (Calamuchita) cuando ésta dejó de generar energía. Desde entonces, como medida de emergencia, está conectada a la red que llega desde General Deheza. Esta línea es extensa y más fina por lo que se produjeron problemas con la tensión. A raíz del bajo voltaje, muchas empresas y hogares tuvieron problemas con el consumo eléctrico. El clima tampoco ayuda ya que cuando la temperatura asciende, aumenta el encendido, la situación se agrava y se corre el riesgo de quedar a oscuras.
Aumento del consumo
Si bien Hernando volverá a conectarse a la usina de Calamuchita, el problema es que esta localidad, más las de Pampayasta, Las Isletillas y Punta del Agua, dependen de dos transformadores que trabajan en forma conjunta con una potencia de cinco megavatios. Actualmente, y aún sin iniciarse el verano, el consumo es de 4,5 megavatios. Desde la cooperativa confirmaron que si bien existe la posibilidad de ampliar la capacidad de los transformadores, nada garantiza que la Empresa Provincial de Energía (EPEC) pueda abastecer la demanda.
Principio de solución
Conectarse a la subestación de Tancacha sería una principio de solución ya que el cableado está en buen estado. El inconveniente es que la EPEC autoriza a Hernando pero la cooperativa debe realizar una inversión cercana a los 3 millones de pesos y luego “donar” la obra a la empresa de energía de Córdoba. Los directivos del Consejo de la cooperativa de Hernando reclaman que ellos son responsables de la distribución local y que le corresponde a la EPEC garantizar la provisión de energía. Aunque no descartan otros acuerdos para solucionar la crisis del servicio público. Por el momento, nada parece tener resolución a corto plazo y los vecinos de Hernando deberán pasar el verano haciendo uso racional de la electricidad. Parece que la “pelo pincho” será una buena opción para refrescarse en la temporada estival.
